Las autoridades de salud de Estados Unidos esperan tener alguna guía el próximo mes en torno a cómo racionar la vacuna contra el coronavirus a nivel nacional.
“No a todos les va a gustar la respuesta”, comentó el médico Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de la Salud, uno de los grupos de asesoría al que el gobierno pidió ayuda para decidir.
“Habrá mucha gente que sienta que deberían ser los primeros en la lista”, señaló.
Añadió que, usualmente, los primeros en recibir una vacuna de este tipo son los trabajadores de salud y las personas más vulnerables a la enfermedad.
No obstante, Collins externó que también se puede considerar la geografía, así como darle prioridad a las personas de sitios afectados por los brotes.
Asimismo, dijo que no hay que olvidar a los voluntarios de la última etapa del ensayo de una vacuna que reciben inyecciones ficticias para saber si las inmunizaciones reales verdaderamente funcionan.
Agregó que varios estudios previstos pretenden demostrar cuáles de las vacunas experimentales contra el Covid-19 son seguras y efectivas.
“La semana pasada, Moderna Inc. y Pfizer Inc. comenzaron pruebas que eventualmente incluirán a 30 mil voluntarios cada una.
“En los próximos meses, se harán más llamados en busca de voluntarios para probar las vacunas fabricadas por AstraZeneca, Johnson & Johnson y Novavax.
Algunas vacunas fabricadas en China se encuentran en estudios más pequeños en otras naciones”, dijo.
Comentó que, incluso si una vacuna es declarada segura y efectiva para finales del año, no habrá suficiente para todos los que necesiten en el corto plazo, sobre todo porque la mayoría de las inmunizaciones requieren dos dosis.
En tanto, la Organización Mundial de la Salud lidia con la misma cuestión, mientras trata de garantizar que las vacunas sean distribuidas de manera justa en países pobres, decisiones que se complican aún más debido a que las naciones ricas acaparan el mercado por las primeras dosis.
Redacción web