Tras padecer de tos “muy rara, fuertes dolores de cabeza” y una molestia en el riñón, la familia de un taxista de 49 años, radicada en Mineral del Monte, decidió trasladar al operador de la unidad al Hospital de Respuesta Inmediata Covid-19 en Pachuca, también conocido como hospital inflable.
El 30 de mayo pasado, allegados al chofer solicitaron que se le practicara la prueba de detección de coronavirus SARS-CoV-2, causante de Covid-19; dos días después se la realizaron y, al siguiente, les confirmaron que el análisis resultó positivo. A pesar de que padece enfermedades crónico-degenerativas que agravan su situación de salud, como diabetes e hipertensión arterial, se determinó que no requería hospitalización.
“Lo primero que pensó mi hermano es que tal vez no saldría de esta”, narró a Criterio el consanguíneo del enfermo, quien el sábado pasado, al encontrarse en aislamiento domiciliario, tuvo una crisis, pues presentó dificultad para respirar, hecho que corroboraron mediante un oxímetro, el cual arrojó que su oxigenación en la sangre era de 75 puntos porcentuales, cuando lo normal es entre 95 y 100 por ciento.