Alrededor de 40 caballos murieron debido al intenso calor que afectó la región central de Australia.
Según indicó The Guardian, los animales fueron localizados sin vida en la localidad de Teresa, donde tuvieron una ola de calor récord de dos semanas consecutivas, con temperaturas por encima de los 42 ℃.
Los animales caminaron hasta un pozo para beber agua, pero desafortunadamente se encontraba completamente seco a causa del clima extremo de la región.
Ralph Turner, un guardabosques que se dirigía a la zona para evaluar cómo la ola calor había afectado los niveles del agua, fue quien encontró los cuerpos y tomó las fotos.
“Es terrible saber que estos hermosos animales pueden morir de esta forma”, señaló Turner en la publicación.
Hasta el momento, la hipótesis de la muerte de los animales es deshidratación por el calor abrumador.
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