Largas filas de pipas que buscan cargar combustible se observan en la carretera Jorobas – Tula, a la altura de la refinería Miguel Hidalgo, en el municipio de Tula de Allende, donde han tenido que esperar hasta 24 horas para poder pasar al área conocida como ventas.
Operadores de pipas indicaron que tardan hasta 24 horas para cargar combustible, ya que durante este martes cerca de 100 pipas hicieron doble fila a la altura de la terminal de almacenamiento y despacho, lo que provocó que la carretera que conduce al municipio tuviera que ser habilitara en doble sentido.
Al respecto, el secretario de Seguridad Pública municipal, Fermín Hernández Martínez, dijo que 3 patrullas con elementos de su corporación apoyan las labores de tránsito que realiza la policía federal.
En un recorrido Criterio constató que había choferes provenientes de varias regiones de Hidalgo, así como de Guanajuato, Guerrero, Querétaro, Estado de México, entre otras entidades.
Los operadores recordaron que el desabasto ocurrió luego de que el gobierno federal pusó en marcha una estrategia contra el robo de hidrocarburo.
Algunos conductores de pipas coincidieron en que las terminales donde cargaban hidrocarburo presentan falta de combustible a causa del cierre de válvulas en la refinería de Salamanca, Guanajuato, lo que ha ocasionado que deban trasladarse hasta la planta tulense para surtirse de gasolinas.
Jesús González l Tula
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