Tras estar hospitalizado cinco meses en el Hospital Shriners de Galveston, Alan Hernández Reyes, de 15 años, fue dado de alta y regresó al país esta tarde.
El adolescente sobrevivió a la explosión de un ducto el pasado 18 de enero en Tlahuelilpan, Hidalgo, en la que fallecieron más de 135 personas, incluidos varios familiares suyos.
A pesar de sufrir 83 por ciento de quemaduras en su cuerpo, Alan hoy camina y mueve las manos.
Al arribar al Aeropuerto de la Ciudad de México (AICM), el adolescente dijo que estaba feliz de ver a su familia de nuevo.
“Estoy feliz por regresar a México. Hay algunos familiares que no pudieron estar aquí con nosotros”, expresó.
“Algunos amigos fallecieron, unos familiares también fallecieron, otros están donde yo vivo, no pudieron venir. Le doy gracias a diosito que me dio otra oportunidad de vida”.
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El pasado viernes 14 de junio fue dado de alta y este martes regresó a México, acompañado de su mamá, Rosalina Reyes Torres.
“En México sólo me daban dos horas de vida para él y ahorita ya tiene meses. No sé cómo agradecerles”, dijo su mamá.
En la Terminal 2 del AICM, tías, primos y sus tres hermanas pequeñas, de 13, 10 y un año, recibieron a Alan con globos que formaban su nombre, porras y lágrimas.
“Me siento muy feliz y muy orgullosa porque es un niño luchador, ha luchado mucho”, señaló Elvira Reyes Torres, una de las tías del adolescente.
“A pesar de todo lo que le ha pasado, él está bien optimista y le echa muchas ganas. A pesar del 83 por ciento que tuvo de quemaduras, él está caminando ahorita, ya mueve los brazos, le echa muchas ganas”.
La señora indicó que todo el tiempo que Alan estuvo hospitalizado en Galveston, los familiares se comunicaban con su mamá para saber sobre la salud del menor.
“Todo el tiempo estuvimos en contacto, platicando con ella sobre todo lo que iba pasando día a día”, mencionó.
“Tuvimos esperanza siempre, siempre, nunca la perdimos”.
Alan es el único sobreviviente de los cuatro menores de edad que resultaron lesionados en el siniestro y que fueron trasladados al Hospital Shriners, en Galveston Texas, Estados Unidos.
El adolescente se quedará unos días en la Ciudad de México, donde sus tías lo recibirán con su comida favorita: huazontles y arroz.
“Me da gusto que él haya vencido la muerte, que sea un guerrero”, dijo su tía María Guadalupe.
Después de visitar Hidalgo, continuará con su rehabilitación en Ciudad de México y en Galveston. En noviembre regresará a Texas para ser sometido a una cirugía plástica.
El Secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, se comunicó con personal de la Fundación Michou y Mau, organización que trasladó al menor a Galveston, para ofrecer su apoyo.
Los gastos de la atención de Alan fueron costeados por la fundación, el Gobierno de Hidalgo y la Cruz Roja Mexicana.
Dulce Soto
Agencia Reforma
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