Estados Unidos comenzó el lunes a restringir los movimientos de sus residentes y cerrar escuelas y restaurantes, adoptando drásticas medidas para enfrentar el coronavirus en una crisis que el presidente Donald Trump anticipa que durará hasta julio o agosto.
Nueva Jersey (este) y San Francisco (oeste) se sumaron a Puerto Rico para anunciar toques de queda y Trump recomendó cerrar las escuelas, evitar las reuniones de más de 10 personas -contra 50 anteriormente-, no ir a restaurantes ni bares y no viajar a menos que sea necesario.