“Sales a las calles y todo está destruido, hay temor. Existe un rumor constante de que pueda estallar una guerra”.
Para Ruen Roguez, un mexicano, quien desde hace un año radica en Beirut, capital del Líbano, el martes 4 de agosto de 2020 será una fecha que quedará estampada en su memoria.
Alrededor de las 18:00 hora local, una masiva explosión se registró en el puerto de Beirut -en la zona centro de la urbe- que, hasta el último parte oficial del Ministerio de Salud del Líbano, dejó 78 muertos y 3 mil 700 heridos.
“Estaba, junto con mi equipo de trabajo, a punto de entrar a mi oficina, la cual está localizada a unos 5 kilómetros de distancia del puerto, y de pronto escuchamos la explosión y le pedí a mis compañeros que buscáramos refugio abajo de las mesas”, narró Ruen en entrevista con REFORMA.