Cercan el Ángel con más mensajes
 
Hace (56) meses
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Foto: Reforma

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Sentada en una de las jardineras que flanquean la escalinata del Ángel de la Independencia, Denisse Chávez, médica, escribe en una libreta, completamente ajena al tráfico perpetuo de automóviles.

A mitad del día laboral, aún con su bata blanca, resolvió caminar hacia el monumento para reflexionar.

La recibió una sorpresa: pegado en el tapial de madera, que cerca la columna, un pliego largo de papel en rosa brillante se ha llenado de mensajes y consignas escritas espontáneamente.

“Vine directamente porque quería verlo con mis propios ojos”, dice la joven doctora, conmovida.

El Ángel de la Independencia ha sido objeto de polémica desde que el viernes pasado fue tapizada su base con consignas durante la marcha contra el abuso policial hacia las mujeres.

Detrás de los tablones que impiden la vista, colocados al día siguiente, pintas de colores neón, rojo bandera o negro luto, denuncian la violencia de un País que, tan sólo en lo que va del año, según cifras gubernamentales, tiene registro de 162 mil 731 mujeres víctimas de un delito.


En la cara principal del monumento, a los pies de Miguel Hidalgo, en uno de los medallones blancos, tan visible como puede ser, hay una pinta negra que las resume todas: “México feminicida”.

Según el último reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, hay 488 carpetas de investigación abiertas por este delito. Y esto sólo refleja los que así fueron tipificados.

“La verdad es que se ha protestado de múltiples maneras, con arte, con música; cuando vimos a estas chicas bailando, protestando, fue algo que se tomó a burla, algo que se tomó a la ligera”, denuncia Denisse.

“No se le dio la importancia que tenía que tener y continuaron pasando atrocidades y éste fue un llamado de auxilio, un auxilio urgente no sólo a las autoridades, sino a la población para que vean lo que está sucediendo, que abran los ojos”.

El tapial, a decir de la Secretaría de Cultura capitalina, ya estaba previsto para dar mantenimiento y corrección al Ángel, dañado desde los sismos de septiembre de 2017.

Las pintas serán borradas antes de este procedimiento, pero los mensajes se niegan a declinar.

Realizaron pintas en el Ángel de la Independencia. Foto: Reforma

Con plumón negro, en el papel morado se responde a quienes critican los métodos de la protesta del viernes: “No nos acusen de violentas, esto es autodefensa. Estamos en resistencia. Ya no somos indefensas”, dice una cita de la poeta, cantante y rapera feminista Rebeca Lane.

También un recordatorio de que el caso específico, uno de miles, que desató la marcha, sigue sin resolverse: “Los 4 policías andan sueltos”, se denuncia sobre la presunta violación de una joven de 17 años por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

Vista desde cierto ángulo, la escalinata del Ángel todavía arroja chispazos de luz por la brillantina morada que sigue regada en los peldaños. Los curiosos y las mujeres que llegan a escribir mensajes se llevan un poco de ese polvo en las suelas.

Cuando Paula Tarriba, estudiante de Comunicación, llegó al monumento, una solitaria hoja de papel estaba adherida al tapial. Era un poema, escrito por un hombre, titulado “Crisis en la Patria”.

“Era un hombre que nos pedía que no actuáramos con violencia y que decía que habíamos lastimado a la patria al rayar el Ángel”, cuenta.

En otra hoja, con un plumón más oscuro, le contestó con un tuit que había hecho al respecto: “Hombre 2019: La brillantina se barre; la pintura se lava; las esculturas se restauran. ¿Pero quién regresa a las mutiladas, apuñaladas, destazadas? ¿Quién regresa la tranquilidad a las más de 50 violadas al día? ¿Quién consuela a los padres de las que no regresaron?”, se pregunta.

“Entiendo la molestia, entiendo que la gente se saque de onda por el grafiti, pero creo que no están visualizando el gran problema por el que surgió todo este movimiento. Al final del día, el arte siempre ha servido como medio de expresión y de manifestación”, dice Paula, quien hace su tesis sobre muralismo y arte urbano para la prevención de la violencia sexual de género.

A su hoja de papel se han sumado varías más y, después, el pliego de papel rosa.

Como muchas personas durante la tarde, la actriz Irazu acudió con su cámara a tratar de documentar la apariencia actual del Ángel. La detuvieron los tablones.

“Es muy violento que las voces que tienen todas las mujeres que imprimieron en imágenes, en mensajes y en opiniones con fuerza, con energía, sean resguardadas por una muralla”, critica.

“Siento horrible porque yo quiero conocer el mensaje que me dejaron mis compañeras de lucha y no los puedo ver porque hay una barricada enorme que no me deja verlos”.

Pero las consignas no se detienen, ni siquiera ante el tapiado. Irazu las documenta con su cámara, una por una, con minuciosidad.

“Si ponen una valla, ponemos un listón rosa. Y si quitan el listón rosa, entonces vamos a poner otra cosa, ¿sabes? Ésta no es una marcha que vaya a ser de un día”, sentencia.

El Ángel, concuerda con Denisse y con Paula, es ahora un nuevo símbolo y centro para el movimiento.

“Y además es mujer”, dice la actriz, con una sonrisa de triunfo.

Nadie puede negar que, en efecto, El Ángel es, en realidad, una Victoria alada. Las consignas que no se borran, aunque las tapien, también dan cuenta de ello.
El daño, reversible, dice INBA
Para Dolores Martínez, Subdirectora de Patrimonio Artístico Inmueble del INBA, es muy factible que las pintas realizadas al Ángel de la Independencia sí puedan ser borradas por los expertos del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam).

“Pienso que sí (pueden borrarse). Para eso son los especialistas, que nos permitirán determinar exactamente las técnicas que podemos utilizar y cuál será el procedimiento más adecuado para el tipo de piedra que está con este tipo de pintas”, explicó ayer en entrevista.

Según la funcionaria, el Cencropam ya se encuentra levantando el inventario de los daños.

“Se tiene que hacer un catálogo definiendo qué tipo de cantera fue la afectada. Hay algunas canteras que tienen más porosidad que otras, entonces la pintura tiene un comportamiento diferente”, explica.

Al término de esta fase, detalla, ya estarán en condiciones de proponer un cronograma y un presupuesto para borrar las pintas, proceso que se realizará paralelamente con la rehabilitación estructural integral del monumento, que acarrea daños desde los sismos de 2017.

Para la restauradora Liana Olvera, de la firma CAV Diseño e Ingeniería, el tiempo es un factor clave.

“Mientras más pronto lo hagan, más fácil se va a quitar. Si dan tiempo a que se seque y a que realmente se incruste en el material, es más difícil”, opina.

Al consultar las fotografías con la magnitud de las pintas, Olvera estima que, con suficiente personal, podrían borrarse en dos o tres semanas.

Asimismo, concuerda en que, aunque las pintas son de muy distintos colores y en diversos materiales, sí pueden ser revertidas.

 

Francisco Morales
Agencia Reforma

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