Este miércoles 24 de junio se cumplen 71 años de una de las mayores tragedias en la historia de la capital hidalguense, una inundación sin precedentes que sorprendió a los habitantes de Pachuca.
Aquel día, las nubes oscuras cubrieron el cielo; sin embargo, eso no preocupó a nadie, pues al estar en junio, parecía algo normal, por lo que todos continuaron con sus actividades normales.
Pasaban de las cinco de la tarde cuando comenzó una lluvia que no fue tan intensa, pero el problema no era ese, las complicaciones llegaron cuando, por una tromba, en los cerros se generaron grandes causales de agua que bajaron por el Río de las Avenidas, que en ese entonces no era como lo conocemos.
El agua, que provenía desde Real del Monte, bajó con fuerza, rompió una represa y llegó hasta el mercado Benito Juárez, hoy Hidalgo. En el lugar, la corriente de agua se llevó los puestos ambulantes y continuó su camino para llegar a Hidalgo, Allende y Parque Hidalgo, donde bajó su nivel.
En la calle Hidalgo fue donde el agua alcanzó su nivel máximo: 2.9 metros.
Arrasó con todo a su paso: autos, puestos, personas y miles de documentos del Registro Civil, mismo que fueron encontrados en Venta Prieta.
Aquella tarde en Pachuca murieron 67 personas; sin embargo, esa solo es una cifra oficial, pues hubo más de 100 desaparecidos, de quienes no se supo nada.
Según las autoridades, la mayoría de los fallecidos eran presos que se encontraban en la barandilla y quienes no pudieron salir.
Tras el suceso, los cuerpos fueron llevados al anfiteatro, la mayoría de ellos en calidad de desconocidos.
La inundación hizo eco en todo el país, el presidente en turno, Miguel Alemán Valdés ordenó que se destinaran 2 millones para los damnificados y también que se cambiara el cauce del Río de las Avenidas.
Con información de Juan Manuel Menes Llaguno
