Usos, abusos y costumbres

Para entender el contexto de los usos y costumbres, debemos remontarnos a la historia, la cultura, la cosmovisión de los pueblos indígenas, de lo contrario, tendríamos una visión superficial y muy corta en torno a la vida interna de las comunidades no solo del Valle del Mezquital, sino de Hidalgo.

Juzgar a un pueblo es un error. Si continuamos viendo a las comunidades indígenas desde una visión citadina, desde la comodidad, los tecnicismos jurídicos. Las formas de organización de los pueblos en el Valle del Mezquital han significado progreso, orden social, son la tradición oral transmitida de generación en generación, en un sistema que ha resistido a pesar de todos los embates, llámense legales o la propia aculturación.

No existe una democracia tan más consensuada como la de los pueblos indígenas, aun en estos tiempos, donde las decisiones son colectivas. Desde la elección de sus representantes, priorizar sus necesidades, las actividades religiosas, etcétera.

Por eso llama la atención lo sucedido en la comunidad Xuchitlán, en San Salvador, cuyos mecanismos de organización internos pudieran considerarse rudos y arbitrarios, pero no lo es para quienes cumplen con los métodos colectivos, aprobados y dirigidos colectivamente.

En 2021, Lorenzo Mejía, un ciudadano de la comunidad, trabajador de la Secretaría de Gobierno en el área de Inteligencia por muchos años, fue expulsado de la comunidad, le decomisaron sus bienes y fue obligado a pagar una sanción de un millón de pesos, mismos que no pagó.

Derivado de un conflicto, donde una persona de la comunidad perdió la vida en una manifestación en la ciudad de Pachuca, Lorenzo Mejía fue parte fundamental en el proceso de negociación entre el gobierno del estado y los pobladores, le autorizaron formar parte del comité y lo respaldaron, hasta que en diciembre de ese año, por casualidad, extravió un teléfono celular sin contraseñas y ahí descubrieron todo: información que comprometió a sus vecinos para con la administración estatal pasada.

Tras ser descubierto y confirmar las acusaciones, la comunidad tomó esto como un asunto de alta traición y de esa forma fue sancionado, lo que derivó en un proceso legal que ha concluido en una serie de órdenes de aprehensión contra los que él señaló como los responsables de estos abusos.

Por eso la separación de lo jurídico y los sistemas normativos internos de las comunidades indígenas requieren un amplio debate en Hidalgo, de colocar el tema en la agenda estatal. Con una visión amplia, tolerante, flexible y receptiva sobre los mecanismos de organización de las comunidades indígenas en este caso del Valle del Mezquital, donde están acentuados.

Desafortunadamente, los usos y costumbres han sido administrados históricamente por el sistema del poder político. En algunos casos, estos han sido motivo de exclusión y discriminación colectiva, orillándolos a vivir en la pobreza y con dificultades para acceder a sus derechos otorgados por el estado.

Las formas de organización heredadas por generaciones más allá de la colonización requieren de una atención especial de quienes desde su visión del Estado del derecho buscan imponer una forma de dominio jurídico a las minorías, sin atender y entender el contexto de la vida interna de las comunidades indígenas.