En las últimas semanas, Hidalgo ha vivido una preocupante escalada de violencia, según información recopilada por Criterio Hidalgo. Feminicidios, cuerpos abandonados en bolsas, fosas clandestinas y policías vinculados a delitos muestran la gravedad de una situación que no puede normalizarse. La inseguridad afecta diferentes regiones del estado y es urgente tomar medidas para detener esta crisis…
En las últimas semanas, Hidalgo ha vivido una preocupante escalada de violencia, según información recopilada por Criterio Hidalgo. Feminicidios, cuerpos abandonados en bolsas, fosas clandestinas y policías vinculados a delitos muestran la gravedad de una situación que no puede normalizarse. La inseguridad afecta diferentes regiones del estado y es urgente tomar medidas para detener esta crisis.
En los primeros 42 días de las nuevas administraciones municipales, se han registrado varios incidentes alarmantes:
Estos casos, publicados por Criterio Hidalgo, reflejan cómo la violencia se ha extendido tanto en zonas rurales como urbanas. Los delitos abarcan desde feminicidios hasta disputas por control económico, lo que evidencia que la inseguridad no es un problema aislado.
La magnitud de esta crisis requiere que las autoridades trabajen unidas y sin divisiones. No se trata de delegar culpas entre diferentes niveles de gobierno, sino de coordinar esfuerzos para enfrentar el problema de raíz. La vigilancia y el refuerzo de la seguridad en los puntos críticos son esenciales, pero no suficientes. También es necesario atacar las causas que alimentan la violencia: la impunidad, la corrupción y la falta de oportunidades que empujan a muchas personas hacia actividades delictivas.
Es urgente fortalecer las investigaciones para que casos de feminicidios, desapariciones y asesinatos no queden impunes. La seguridad pública también debe depurarse para evitar que policías se conviertan en cómplices del crimen. El uso de inteligencia y tecnología será clave para combatir tanto el tráfico de armas como las tomas clandestinas de hidrocarburo, especialmente en zonas vulnerables.
Es importante que la sociedad hidalguense no acepte esta situación como algo normal. Cada hecho violento debe ser motivo de indignación y una razón para exigir justicia y resultados claros por parte de las autoridades. Recuperar la seguridad no se logrará solo con patrullajes; hace falta reconstruir la confianza en las instituciones y abrir caminos que alejen a los jóvenes del crimen.
Hidalgo no debe vivir con miedo. La paz y la seguridad son derechos fundamentales que se pueden recuperar si trabajamos juntos como sociedad. La violencia debe ser detenida antes de que gane más terreno.
Las soluciones existen, pero requieren compromiso y acción inmediata. Este es un llamado a no bajar la guardia: la seguridad y la justicia son tarea de todos, y solo con la colaboración entre ciudadanía y gobierno será posible devolver la tranquilidad a nuestras comunidades.
¡Recibe las noticias al momento en tu Whatsapp! Únete a nuestro Canal: https://bit.ly/3S0OztH