Como era de esperarse, el comportamiento de la pandemia en nuestro país no es nada distinto a lo que ha pasado en otras naciones. No hay fórmulas mágicas para resolver el problema y el gobierno federal, así como los distintos gobiernos estatales, están manejando la situación con la información que tienen y tratando de minimizar las muertes, pero a la vez procurando que la economía no se siga hundiendo.
Si continúa la cuarentena o el semáforo rojo miles de negocios seguirán quebrando. Todavía no se ve para cuando realmente bajen los contagios y a raíz del regreso a “la nueva normalidad”, más gente se ha contagiado y seguramente los hospitales no se están dando abasto para atender a tantos pacientes. Para muchas personas la única realidad que existe es que hay que aprender a convivir con el virus y cuidarse lo más que se pueda.
Pocos en nuestro país serán los que puedan mantenerse en su casa sin tener que salir a trabajar. Y si el tema económico y laboral no fuera suficiente, algunos ciudadanos, sobre todo los jóvenes, han decidido salir a las calles y convivir con sus amigos.
En muchas ciudades ya se observan fiestas y convivios con lo que se hace imposible “aplanar la curva”. Esto que estamos viviendo no es muy distinto a lo que pasa en ciudades como Paris, donde se pueden ver imágenes de negocios con gente conviviendo, divirtiéndose sin cubrebocas y obviamente sin cuidar la “sana distancia”. Lo mismo sucede en Estados Unidos, donde ya abrieron estéticas e incluso gimnasios.
Quien se quiere cuidar se queda en su casa, pero existe una gran mayoría que decide volver a sus actividades de manera normal. Todo pareciera indicar que esta reactivación social se traduce en una lenta recuperación económica, pero al parecer esto en el mediano plazo no está dando resultado. En un artículo publicado por Bloomberg esta semana, podemos ver que muchos negocios que reabrieron sus puertas en algunas ciudades de Estados Unidos, en un principio, comenzaron a vender, pero actualmente ya volvieron a cerrar. Lo anterior debido a que han aumentado mucho los casos de personas contagiadas, así como fallecidas. Por lo que la propia ciudadanía ya no sale de sus casas. Este comportamiento social lo estaremos viendo en muchas ciudades y seguramente pasará lo mismo en nuestro país. Mucha gente está saliendo y haciendo las cosas que dejaron de hacer: ir al salón de belleza, salir a comer, a correr, a comprar ropa en una tienda departamental y en cuanto abran seguramente irán a los cines y las playas. Lo que sigue será que ante el gran aumento de casos seremos los propios ciudadanos sin que la autoridad nos lo diga quienes volvamos a encerrarnos. Todo esto lamentablemente provocará que más negocios cierren sus puertas, principalmente restaurantes, cafeterías, gimnasios entre muchos otros.
Falta mucho para que esto se acabe, tenemos que lograr que la población esté consiente de que sí existe el Covid-19 y que puede causar la muerte. No hay que esperarse a saber de qué, algún conocido falleció o se puso grave para tomar todas las medidas para evitar que se siga propagando el virus. En la medida en que la población se cuide y logremos realmente disminuir los casos, será la posibilidad de que miles de negocios sobrevivan.
De no ser así estaremos condenados a vivir lo que ya está sucediendo en otras ciudades y el cierre de negocios será de manera masiva, lo que afectará a millones de mexicanas y mexicanos que se quedarán sin empleos.
