¡Valiendo queso!
 
Hace (41) meses
 · 
Fast fashion
Compartir:

En el año de 1903, James Lewis Kraft vendía quesos en una carreta tirada por un caballo en los Estados Unidos y estaba buscando la manera de que el queso no se echara a perder.Un día calentó y batió un queso por quince minutos; lo que obtuvo fue un queso cremoso que no se descomponía por las bacterias. En 1917, las ventas de Kraft eran de 500 mil dólares y pasaron a 36 millones en 1936… (Melanie Warner, 2014)
Esta semana nos llevamos una muy desagradable sorpresa, la Secretaría de Economía, con la asistencia de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), comprobó que diversos productos denominados como “queso” y “yogurt natural” no cumplen con lo establecido en las Normas Oficiales Mexicanas. Esto se traduce a que las empresas señaladas nos han estado engañando.

Literalmente nos dan algo que parece queso, huele a queso, sabe a queso, pero no es 100 por ciento queso.

En el oficio que emitió la dependencia expone que en cuanto a los productos denominados como queso se detectó que utilizan la leyenda de 100 por ciento leche sin serlo, agregan grasa vegetal para sustituir la leche que deberían contener para su elaboración, no dan el gramaje que expresan en la etiqueta y no informan en la superficie principal de exhibición el porcentaje de uso de caseinatos (proteína derivada de la leche) para la elaboración de quesos. En el caso del “yogurt natural” algunas empresas adicionan azúcares y no cumplen con el contenido mínimo de leche.

No es la primera vez que se sanciona a una empresa en nuestro país por etiquetar mal sus productos o por darle la vuelta al consumidor resaltando atribuciones que no necesariamente cumplen con la normatividad. Esta situación de los quesos ya ha sido expuesta en otros países y vale mucho la pena leer el libro de Melanie Warner denominado Pandora’s Lunchbox, en el que la autora hace una investigación muy profunda en el tema de los ingredientes que componen muchas de los alimentos que comemos actualmente; en donde las empresas que manufacturan alimentos preparados han destinado muchos recursos para desarrollar sustitutos de alimentos naturales para poder conservar mejor sus productos y para abaratar los costos de su producción. Uno de los casos es el del queso, en donde a partir de que Kraft encontró, en lo que la autora denomina un éxito de una noche, la manera de conservar este producto, aumentaron las ventas de manera exponencial en los Estados Unidos. Esto parece ser el inicio de lo que hoy estamos viviendo, en donde las grandes compañías buscan a toda costa competir con sus productos, no importando si el consumidor sabe o no lo que consume, basta con que nos guste algo, nos haga daño o no.
A raíz de que las empresas comenzaron a sustituir ingredientes, las autoridades se han visto obligadas a normar en la materia. Warner expone cómo se llegó a comercializar aceite de olivo italiano que era aceite de semillas de algodón, o miel de maple que era glucosa de maíz.

La medida tomada por la autoridad es la correcta, ya que los consumidores tenemos el derecho a saber qué es lo que estamos comprando; seguramente a muchos no les va a importar si es o no un yogurt natural o queso, siempre y cuando los productos sean realmente comestibles y no dañen la salud los seguirán comprando.

A partir de este anuncio, las empresas se defenderán y tratarán de minimizar el impacto publicitario negativo hacia sus marcas. Tendrán que modificar sus etiquetas y empaques para realmente cumplir con la normatividad y seguramente encontrarán alguna manera de denominar, como lo hizo Kraft en su momento, a los productos que no son realmente queso o en este caso yogurt natural.

Conforme pasen los años seremos una población más informada y en cada uno de nosotros está el tomar la decisión que creamos conveniente; por lo pronto, a seguir disfrutando del queso y yogurt.

Compartir:
Etiquetas:
Relacionados
Se dice
/seDiceGift.png
Especiales Criterio
/transformacion.jpeg
Suscribete
/suscribete.jpg
Más popular
Política actual impide el desarrollo: Marivel Solís
Por Gerardo Ávila . 24 de mayo de 2016
Por Gerardo Ávila . 30 de noviembre de 2015
Por Gerardo Ávila . 9 de agosto de 2017
Por Federico Escamilla . 12 de febrero de 2018

© Copyright 2023, Derechos reservados | Grupo Criterio | Política de privacidad