Será cuestión de horas o de días en que aparezcan los primeros casos del coronavirus Covid-19 en nuestro país. Es imposible pensar que no llegue a México. Imagínense cuánta gente entra y sale de nuestro país todos los días.
Por poner un ejemplo, un día en el aeropuerto de la Ciudad de México se mueven hasta 158 mil pasajeros. El pasado mes de enero en este aeropuerto hubo 753 mil llegadas internacionales. Y las cifras de febrero deben rondar en los mismos números.
¿Cuánta de esta población estuvo en contacto con personas que a lo mejor ya estaban contagiadas del Covid-19? A esto súmenle llegadas a otros aeropuertos, cruceros y cruces fronterizos. Hasta el momento de estar escribiendo esta columna, la Organización Mundial de la Salud no la ha denominado pandemia y con justa razón para no afectar más a la población mundial con una psicosis que puede desencadenar otros problemas.
Todo parece indicar que la enfermedad comenzará a extenderse de una manera muy acelerada en los próximos días, tan solo en 24 horas se reportaron los primeros casos en Holanda, Irlanda del Norte, Suiza, Estonia, Dinamarca y a esto hay que sumarle los de un día antes en Brasil, Pakistán, Macedonia, Grecia, Rumania y Argelia. Ante esta situación los mexicanos deberemos estar conscientes de las implicaciones que tiene una enfermedad como esta y que no hace muchos años ya tuvimos la experiencia de una influenza mortal y se tomaron las medidas pertinentes para contenerla y que no se agravara.
A diferencia de la última vez, en este momento existe un mayor uso de las redes sociales y es aquí en donde tenemos que tener mucho cuidado y no creer todo lo que se dice y poner mucha atención en los canales institucionales que den la información de que hacer. Tan solo esta semana ya comenzaron a circular en mensajes de WhatsApp versiones de que están ordenando sacrificar a miles de chinos para que no se propague más el virus. De igual manera publicaciones incitando a las compras de pánico de productos como cubre bocas. Lo más lamentable de lo que está pasando y se ve venir, es que debido a la polarización que hay en nuestro país, existe una total y absoluta desconfianza en todo. Hay mensajes que se están enviando en donde se menciona que se quiere causar pánico con este tema para evitar la marcha feminista del 8 de marzo, existen muchas descalificaciones a nuestro sistema de salud el cual atraviesa por un mal momento y no pueden faltar los famosos memes donde se privilegia la sátira y el humor que tanto distingue a nuestra cultura.
La realidad está a la vuelta de la esquina y debemos estar conscientes y preparados. No son tiempos para politizar las decisiones ni para escatimar esfuerzos, somos un solo país y el Covid-19 no distingue a chairos ni fifís.
Hagamos lo correcto, lo que dicten las autoridades expertas en esta materia a nivel internacional y lo que decida instruir el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica como parte de las acciones del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica.
A medida que se pueda contener esta enfermedad podremos evitar muchas defunciones y de igual manera no hay que perder de vista el grave impacto económico que se esta generando y que puede agravar más la situación. Es momento de unir esfuerzos y de que nuestros gobernantes asuman la responsabilidad y actúen en consecuencia. Entre más rápido salgamos de está será mejor.
