Qué batidero político, no hay límites porque ya se perdió el sentido mínimo de un estado de derecho. El Tribunal Electoral resuelve sus sentencias al gusto del poder en turno, la 4T. ¿Hasta dónde llegará este organismo del Poder Judicial que es la última instancia en materia electoral? En 2018 metieron al Bronco a la sucesión presidencial violando la ley; desde el año pasado se han inmiscuido en la vida interna de Morena con múltiples aberraciones. Ahora, con la aprobación de tres nuevos partidos, se muestra como un organismo que actúa en contra de la Constitución.

El INE le negó el registro a Redes Sociales Progresistas y a Fuerza Social por México; también se lo negó a México Libre y se lo concedió, equivocadamente, a Encuentro Solidario. Pero el Tribunal cambió la decisión. El Tribunal Electoral se mueve al gusto del poder.

Los partidos sustentados en corporaciones sindicales no puedan tener un registro legal. El artículo 41 de la Constitución lo dice: “Solo los ciudadanos podrán formar partidos políticos y afiliarse libre e individualmente a ellos”. Así que no sabemos por qué se le concede registro a Redes Sociales, asociado al magisterio y a la maestra Gordillo. Por qué hay registro para Fuerza Social, asociado a un legislador morenista, que supuestamente es líder de una organización sindical. Al mismo tiempo, se le niega el registro al heredero de Nueva Alianza, llamado Grupo Social Promotor, asociado al SNTE. Por consigna, se conceden y se niegan registros.

El Artículo 130 de la Constitución dice: “Los ministros no podrán asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna”. Al heredero del PES, ahora llamado Encuentro Solidario, el INE le otorgó equivocadamente el registro, a pesar de tener ligas orgánicas con ministros de culto religioso. Inmediatamente se impugnó —con razón— ante el Tribunal, pero no procedió el recurso. Al partido México Libre, una ruptura panista, se le negó el registro en el INE y el Tribunal avaló la negativa.

Curiosamente, Calderón es uno de los adversarios más visibles de AMLO. En este caso, pudo más el desprecio que la estrategia.

Este panorama se completa con la extraña decisión de la Suprema Corte de Justica de avalar una dudosa consulta popular sobre el juicio a los últimos cinco expresidentes de la República. Ahora la Corte hace consultas.

Ante la arbitrariedad de este Tribunal electoral hay dos asuntos que se pueden analizar. El primero es jurídico y constitucional, el segundo es político. El diseño de un organismo, que tiene la última palabra en materia político-electoral, se basa en dos motores, un organismo administrativo y otro jurisdiccional. Hoy ha cambiado el panorama, este Tribunal no es confiable, porque no es autónomo. Es muy grave tener magistrados sin autonomía. Urge cambiar este diseño para contar con mecanismos de revisión de las resoluciones, sobre todo cuando se viola la Constitución.

Políticamente los tres nuevos partidos quedan alineados como satélites en la coalición gobernante, que ahora tendrá seis partidos. Los tres nuevos no podrán hacer alianza formal en 2021, pero es posible hacer acuerdos para integrarse a una coalición amplia. De esta forma, Morena tendrá al Verde y PT en alianza formal y los tres nuevos como aliados externos. La oposición se agrupará con los otros cuatro partidos (PRI, PAN, PRD y MC). Así, rumbo a las elecciones de 2021 se verán dos coaliciones políticas, con diferentes arreglos. Queda la duda fundada de que aprobaron puros registros cercanos al actual gobierno. Se ha perdido la certeza jurídica. Solo el voto ciudadano del año entrante podrá contrarrestar al Tribunal, porque si los tres nuevos partidos no logran obtener el 3%, perderán el registro. Es la única esperanza que queda…