Un mensaje sencillo y diferente fue el Primer Informe de Gobierno Constitucional de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México. Su tercer mensaje a la nación, como rezaba la mampara. A nueve meses de gobierno, desde el Palacio Nacional, como algún día lo auguró, dirigió un discurso político a los mexicanos con un temple firme y alegre, para ratificar sus compromisos con el pueblo y dar a conocer sus primeras acciones de su administración, en la cual enfatizó: serán primero los pobres.
En materia de Salud, que hoy nos ocupa, se dijo poco. Se habló de la creación del Instituto Nacional de salud para el Bienestar con el fin de reemplazar al Seguro Popular y con ello, dar acceso a la salud a todo el país. Dará abasto y distribución de medicamentos, asignará personal médico a toda la población, rehabilitará la infraestructura de salud básica. Se basificará a más de 80 mil trabajadores de la salud. El sector Salud tendrá un incremento presupuestal de 40 mil millones de pesos para mejorar la salud médica y garantizar la gratuidad de los medicamentos.
Aquí haremos unas observaciones al respecto. La Industria Farmacéutica, de acuerdo con el Inegi, genera un impacto directo en 161 ramas de la economía; corresponde a 62 por ciento del total de las ramas que integran la economía mexicana, da alrededor de 90 mil empleos directos y más de 400 mil empleos indirectos, aporta, aproximadamente, 7 por ciento del PIB.
Sin embargo, el presidente López Obrador tiene otros datos y acusó a tres empresas de ser partícipes del desabasto de medicamentos contra el cáncer y orquestar una campaña. En el caso del metotrexato, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que encabeza José Novelo Baeza, culpó a Laboratorios PISA de la falta de suministro del fármaco.
El nuevo modelo de compras consolidadas con 62 por ciento de claves desiertas, el desabasto de fármacos antirretrovirales y las vacunas contra el sarampión hoy no se asumen responsables.
Por su parte, Elvira Espinosa, titular de Autorización Sanitaria, informó que se puede importar la materia prima y que un total de cinco empresas con registros y permisos en regla hasta 2020, estimando hasta 35 millones de unidades. Una proyección es descomunal, ¿dónde están ahora esas piezas para atender el problema?
En la producción de medicamentos o terapias especializadas como son los tratamientos contra el cáncer, en ocasiones, las empresas farmacéuticas se ven afectadas por factores externos ajenos a la manufactura; estos impactan en la entrega oportuna y la disponibilidad del producto.
Las materias primas se importan de India, China y la Unión Europea. Durante varios meses hubo un rezago en la Dirección de Importaciones de la Cofepris, el área estuvo acéfala y la responsable, Maribel Bernal, mantuvo una operación deficiente. Otro ejemplo es que en caso de emitir prevenciones o alertas y solicitar planes de remediación, luego de auditorías a instalaciones de empresas, la Cofepris tiene hasta 180 días para responder y actuar; una burocracia impresionante.
La Cofepris, ¿tiene la obligación de informar sobre el estatus de desabasto de materia prima o de problemas en la operación de las empresas? La administración de la salud y la regulación sanitaria recae en el titular de la Secretaría de Salud y el reporte lo ejecuta el responsable de la Cofepris. El desabasto se puede prevenir si hay coordinación entre las diferentes instancias.
