Temas perdidos
 
Hace (43) meses
 · 
Compartir:

Nos enfrentamos a un proceso eleccionario en el que las cosas se escriben un poco cada día. También cambian a cada momento, difícil y diferente, en medio de la pandemia y el semáforo rojo en la entidad, proceso eleccionario que ha sido aplazado, cuestionado, impugnado, señalado.

De hecho, hasta el gobernador del estado se ha pronunciado en torno al proceso electoral, y la Secretaría de Salud del gobierno de Hidalgo, para pedir el aplazamiento del aplazado proceso electoral que, originalmente, debería desarrollarse en el mes de junio.

Por otro lado, las condiciones impuestas por el instituto Nacional Electoral a través del Instituto Estatal Electoral, de tener mítines con 50 asistentes y usar medidas de sanidad y cuidado, asestan a este proceso un duro revés, considerando que la comunicación, componente esencial de la actividad política, se ve afectado de manera sensible.

Estamos en el proceso de registro de candidatos y la definición de otros más, estamos frente a una forma de emprender la campaña opuesta a lo que se conoce. Los candidatos difícilmente podrán prometer a los ciudadanos las cosas que pretenden cumplir.

De hecho, es un tiempo en el que las promesas pueden estar de más. Sin embargo, hay cosas en las que siempre han fallado los ayuntamientos y, en ocasiones, los gobiernos estatales. Por ejemplo, la actual alcaldesa de Pachuca se comprometió a evitar los parquímetros y estos se multiplicaron en diversos lugares de la capital.

De esa misma manera, hay, al menos, cuatro asuntos en los que las administraciones que resulten electas no podrán lograr resultados eficaces.

El primero de ellos, es el crecimiento desordenado de las ciudades del estado. Principalmente la capital del estado, donde los asentamientos irregulares crecen frente al burdo silencio del gobierno local y el gobierno municipal, Pachuca y Mineral de la Reforma son botones de muestra.

Tanto los vendedores de predios en breña como las empresas constructoras han recibido, por parte del gobierno de la entidad y el silencio de los municipios, carta abierta para devastar grandes extensiones de matorral y poner en riesgo los servicios ambientales que los ciudadanos de los municipios requieren para su desarrollo.

El crecimiento simulado de la zona metropolitana de Pachuca ha dado como resultado miles de casas abandonadas, el uso indiscriminado de suelos de importancia ecológica para la ciudad. Esa parte, a ningún presidente municipal le importa detenerla.

Porque hacerlo implicaría tener que tomar en sus manos la responsabilidad de gestionar reservas territoriales que le permitan emprender un programa para dotar de vivienda a todo aquel ciudadano que ha venido demandando una vivienda digna y que ha sido brutalmente ignorado tanto por la Comisión Estatal de Vivienda, la Sedatu y los ayuntamientos. Otro tema en el que fracasarán es en la gestión de los residuos.

Hay botones de muestra tirados y sepultados a lo largo y a lo ancho del estado. Los rellenos sanitarios, única política ambiental de gestión de residuos ha mostrado de manera clara que ni es política ni resuelve el tema de la gestión, solo la sepulta y se traduce en un gasto innecesario para los ayuntamientos.

Esa manía de los ayuntamientos, conducidos por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno federal y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno local, no les ha permitido dejar de entregar un servicio que les corresponde, a empresas privadas, en ocasiones improvisadas como cambio verde, en ocasiones multinacionales como la actual, en el caso de Pachuca.

Gestionar los residuos implica dejar de verlos como tal y construir en torno a ellos una cadena de servicios y gestión que permita a los municipios desaparecer los rellenos sanitarios y colocar en su lugar nuevas formas de gestionar los residuos sólidos municipales.

Nosotros contamos con un ordenamiento estatal ecológico del territorio y en muchos municipios, ese instrumento de carácter ambiental no existe. Esa ausencia, impide que tengan una participación real y decidida en el uso y destino final de los suelos dentro de la jurisdicción municipal.

Lo que a la larga se traduciría una mayor intervención en al menos tres acciones fundamentales, desarrollo urbano, desarrollo económico y conservación de los recursos naturales. Esas tres acciones podrían determinar el rumbo económico de los municipios, el tipo de industrias que se invitarían a asentarse en los municipios.

Pondría fin a la teatral acción de los gobiernos locales, quienes presumen traer inmensos capitales al estado y dejarlos asentarse en los lugares que ellos, los gobiernos locales consideran adecuados. También podría permitir que los municipios lideren de manera completa el desarrollo urbano de sus demarcaciones.

Evitando con ello que su capacidad para dotar de servicios a los ciudadanos se vea rebasada, como está sucediendo con municipios como Tizayuca y la propia capital del estado. Imaginemos que el gobierno municipal de Pachuca, en alianza con el de Mineral de la Reforma y otros, declaren un área natural protegida en los cerros que circundan la ciudad y reorienten el uso del suelo, en lugar de esperar a que una institución del plano estatal o federal tenga el genuino deseo de proteger el medio ambiente.

Pero, al menos en Hidalgo, los gobiernos municipales siguen siendo tratados como administraciones municipales, situándolos en un tiempo ya pasado, ya superado. Es más culpa de quienes gobiernan los municipios que de quien les da ese trato.

Al permitirlo, entregan las mejores posibilidades de progreso y abandonan cada una de las cosas que dijeron en campaña.

De ello, le podemos preguntar a 84 alcaldes del estado que están por irse en silencio. Hay otros temas en los que las administraciones municipales del estado de Hidalgo han sido, más que incompetentes, sumisas frente a los demás poderes del estado mexicano.

Silenciosas y por ello incapaces de llevar a sus municipios a estadios de desarrollo adecuados, que permitan romper la dependencia económica en la que se encuentran sumidos. Dependencia que permite sean tratados como simples administradores por el gobierno local.

Por lo pronto, falta saber si en octubre se elegirán a los ayuntamientos de Hidalgo, o, considerando que son gobiernos municipales, se puede considerar aplazable la elección de estos; al fin y al cabo, hasta ahora, en Hidalgo han sido adorno, incompetencia y abandono.

Compartir:
Etiquetas:
Relacionados
title
Hace 25 minutos
title
Hace 47 minutos
title
Hace 56 minutos
Se dice
/seDiceGift.png
Especiales Criterio
/transformacion.jpeg
Suscribete
/suscribete.jpg
Más popular
Política actual impide el desarrollo: Marivel Solís
Por Gerardo Ávila . 24 de mayo de 2016
Por Gerardo Ávila . 9 de agosto de 2017
Por Federico Escamilla . 12 de febrero de 2018
Por Gerardo Ávila . 30 de noviembre de 2015

© Copyright 2023, Derechos reservados | Grupo Criterio | Política de privacidad