Solo pinches sentimientos
 
Hace (48) meses
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Poder conservador (INE) vs Alteza Serenísima (AMLO)
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Para Elvira Sastre, a la distancia.

 

1: Me acostumbraste a no saber de ti, a no leerte, a verte en fotos donde solo se miran los negativos, ya no hubo risas ni besos en la frente ni tu mano junto con mi mano deteniendo el universo; el nervio en el rostro se esfumó, el miedo y el calor que nos consumía en las avenidas donde ambos buscamos el rojo y, eso, eso era la vida mi vida. Me acostumbraste a no saber de ti, y me hundí en mi soledad, donde lucho por no volverme loco de tanto que te pienso, de tanto que te escribo, de tanto que te lloro.

2: ¿Seremos dos tontos que harán caso a lo que digan o moriremos con el terco amor que ambos sentimos?

Con soledad pagues al poema más urgente, con mi vida pague si algún día dejase de quererte.

3: Llenaste el cuarto de oscuridad, para habituarme cuando pusieras la venda en mis ojos, corrí a tocar base (pidos, pidos) y tus senos como gorros de fiesta infantil me hundieron en tu pecho, les di altura a tus muslos y cual pendientes introduje mi poesía más viril hasta el fondo de la fuente, todo habría sido mentira, de no sentir pulso, me perdí a voluntad en tu enjambre boca, y cual malabarista salí del coma, tú incautas la poesía mientras asaeteas al escritor, tú quieres naufragar de noche, pero no puedes ni navegar de día.

4: La comodidad de no actuar y dejar pasar el tiempo, no salir del círculo y amar a distancia, quedarse con palabras sin hechos, no incomodar, no despeinarse, la valentía es la disciplina de estar, la osadía de no darse por vencida, el ser terco hasta la última frase.

5: Lo más triste de estar a tu lado, fue que nadie notó que estábamos juntos, nadie se dejó atropellar por nosotros, ni saltó de un edificio en llamas, ni tocaron a nuestro timbre con la novena de Beethoven. Nadie nos preguntó nuestros planes y qué haríamos en la cuarentena, no hubo flores en el jardín que anunciaran una familia feliz, ni perros que cuidaran los dedos regordetes de los hijos, nadie nos invitó a fiestas, ni pidió nuestra opinión en un problema, nadie nos invitó a un año nuevo, ni te preguntaron si querías niño o niña, no discutimos los términos de la rendición ni peleamos por hacerse de un cachito más de cobija, no hubo domingos por la tarde, ni escondites en el super, no hubo Cancún ni casa de campo, ni una playa donde fueran los cuñados, no hubo fiestas de disfraces ni la guerra sucia de las sábanas, estuve a tu lado y nadie lo supo, y cuando te fuiste el mundo tosió, y llegaron feministas y pandemias, soledades sin besos, y nadie se percata de que existes. Absolutamente nadie piensa en estas cosas ni en la sutil y prolongada forma en que te amaría todos los días tan distinto como el 26 de octubre por la mañana, tú y yo lo sabemos… pero decidiste hacernos nadie.

6: Leer a Pessoa significa asomarse a un corazón de nadie, no hay nada más triste que mirarle en una estatua de bronce, solitaria, indefensa, inmóvil, una estatua donde las palabras no hacen eco, donde las palabras no lo rozan, el homenajear a Pessoa con una estatua no le hace justicia. Poeta de múltiples máscaras, lúcido, entregado en su totalidad a la poesía. Ese misterio que llevaba en las venas, su preocupación por no caer en la locura, su pasión por las letras no ha dejado de estar siempre visible en su obra, de la cual, al parecer solo publicó un libro en vida, los demás han sido recopilaciones de los escritos que guardaba en un baúl, baúl que aún sigue dando sorpresas. Pessoa es muchos hombres, escribe y se multiplica como se multiplican sus versos llenos de nostalgia, jamás he conocido un poeta tan preocupado de si, de su persona, el auto-análisis que realizo día con día lo llevó a ser un hombre temeroso, con miles de miedos, por ello creo que Pessoa puede ser tomado como sinónimo de poeta. ¿Pues que no es eso lo que un poeta debe hacer, escribir por gusto, por arte, estando convencido que no habrá de publicar por hacerse de fama? todo poeta tendría que estar convencido que se escribe no para publicar, sino para alimentar su propio espíritu. Transcribo un poema de Pessoa intitulado Si yo pudiera. Si yo pudiera morder la tierra toda/ y sentirle el sabor/ sería más feliz por un momento…/ Pero no siempre quiero ser feliz/ es necesario ser de vez en cuando infeliz/ para poder ser natural…/ No todo es días de sol y la lluvia/ cuando falta mucho, se pide/ Por eso tomo la infelicidad con la felicidad/ Naturalmente, como quien no se extraña/ con que existan montañas y planicies/ y que haya rocas y hierbas…/ Lo que es necesario es ser natural y calmado/ en la felicidad o en la infelicidad/ Sentir como quien mira/ pensar como quien anda/ y, cuando se ha de morir/ recordar que el día muere/ y que el poniente es bello/ y es bella la noche que queda/ Así es y así sea. Pessoa es sin duda un animal de las palabras, el más variado en tonos y rimas, el maestro de la espontaneidad, del desamor, de la soledad, seguramente no necesita de las palabras para poder vivir, las palabras necesitan de él para seguir su cauce, para seguir hablando…

7: Quise mucho a mi ex y nunca dejé de amarla, pero ella no se quedó, no fue la madre de mis hijos, ni quien se despertó riendo con mis tonterías y ocurrencias, eso y nada es lo mismo… está en un lugar de mi literatura que nadie jamás leerá.

8: Escriban sus comentarios, críticas y más críticas y nada de elogios a: [email protected]

 

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