• Sin unidad no hay paz.
• La política no debe ser un fuego furioso que destruya todo lo que este a su paso.
• Cada desacuerdo no tiene que ser un motivo de guerra total.
• Debemos rechazar la cultura en donde los hechos por si solos son manipulados e incluso fabricados.
• Tenemos que mostrar tolerancia.
• El ejemplo de nuestro poder debe ser el poder de nuestro ejemplo.
• Respetar, escuchar y ver.
Vaya discurso conciliador de Joe Biden en su primera intervención como presidente, nada que ver con lo que escuchamos de su antecesor.
Hace cuatro años vimos con mucha incertidumbre en nuestro país el cambio de presidente en los Estados Unidos. Muchos avizoraron un panorama totalmente pesimista. Parecía que con la llegada de Trump sería el final de la diplomacia con nuestro país. De inmediato cobraron relevancia temas como el muro, los migrantes y los bloqueos comerciales a ciertos productos mexicanos como el acero. Esta semana la historia da una vuelta a la página y entra un nuevo presidente e inicia una nueva era en la política de nuestros vecinos del norte. Lo que quedó claro en estos cuatro años, es que México es mucho más que una persona, que somos una gran nación y aun con el panorama pesimista que existía, pasaron los cuatro años y aquí seguimos. El que entre en funciones un nuevo presidente no significa que nos vaya a ir mejor o peor, el que nos vaya bien o mal depende de nosotros mismos como país, del trabajo de cada una y cada uno de nosotros. Ya no debemos ni podemos estar con esa visión de ser el hermano pequeño de los Estados Unidos, nos tiene que ir bien porque nosotros así lo decidimos.
En esta ocasión no falta quien haga comentarios de que nos va a ir mal, pareciera que para algunos su deporte favorito es el pesimismo y el negativismo. Debe quedarnos bien claro que Estados Unidos tomará sus decisiones de lo que a ellos más les convenga, nos guste o no. Y lo mismo debemos hacer nosotros, cada país es diferente y todos tenemos intereses distintos. A su vez veremos puntos en donde se pueda coincidir y será en estos, en donde tendremos las áreas de oportunidad para ambas naciones e incluso para todo el mundo.
Acciones tan inmediatas como retomar el acuerdo de París, o apoyar a la Organización Mundial de las Salud, nos muestran que existe un denominador común entre varios países y en el cual deberemos de seguir participando. El cancelar la construcción del muro no significa que ya cualquier persona podrá transitar libremente hacia los Estados Unidos sin un permiso o una visa, pero al menos ya no habrá un discurso de polarización en este tema. Nuestros vecinos seguirán protegiendo su frontera y aplicando la ley.
Comienza una nueva era y lo que podemos desde ahora rescatar del primer discurso son todas estas frases que pronunció y que son aplicables en la vida de todos, no importa a que partido político pertenezcas o en que país o ciudad vivas. Son principios de convivencia, de civilidad, de entendimiento. Estamos viviendo una etapa muy complicada con la pandemia y por ello hoy más que nunca hay que poner en práctica estas siete frases que pronunció: hay que tolerar, hay que respetar, predicar con el ejemplo, no vale la pena escalar los conflictos, no hay que estar mintiendo y engañando a los demás, la política es para llegar a acuerdos no para destruir y si queremos vivir en paz hay que mantenernos unidos. Practiquemos esto en cada casa, en cada familia y esperemos que quienes se dedican a hacer de la política los hagan suyos y verán que nos tiene que ir mejor.
