Inventaron la pólvora, el papel, la tinta, la imprenta la seda y muchas otras cosas más. Hoy se consolida como lo que siempre ha sido: una potencia mundial. No únicamente en lo económico sino en lo cultural y lo bélico. China, el gigante asiático evolucionó, se transformó y se adaptó a la modernidad que los tiempos le han demandado. Por años fue muy criticado su forma de gobierno e incluso en materia de productividad por la falta de calidad a sus productos. Eso cambió y lograron consolidar una visión a muy largo plazo en donde decidieron que le apostarían a la innovación, la ciencia, la tecnología y a desarrollar patentes. Uno de sus objetivos es que su economía no gire en torno a la manufactura. Traigo todo esto a colación ya que esta semana China ocupó un espacio especial en las noticias a nivel mundial y nacional. De entrada, en nuestro país el embajador de esta nación comentó que bancos chinos invertirán 600 millones de dólares en la construcción de la nueva refinería Dos Bocas en Tabasco, lo que desató toda una serie de criticas y justificaciones de que el dinero no es para ese proyecto sino para Pemex. Independientemente de para que es el dinero, la realidad es que serán recursos que invertirán en México lo cual es una buena señal, aunque algunos lo vean de otra manera. Además de estos recursos, también se anunció que habrá de llegar otra armadora China de automóviles, la cual atraerá inversión y generará empleos. En el contexto internacional el presidente de los Estados Unidos Donald Trump anunció la firma de un convenio con el gobierno del país asiático en donde una de las premisas fue detener la escalada de aranceles a los productos que se venden de ese país al de nuestros vecinos, así como el compromiso de que comprarán 200 billones de dólares de productos norteamericanos, principalmente agrícolas. El documento que se pactó habla entre otras cosas de temas relacionados con la propiedad intelectual, así como el compromiso de China de no manipular su moneda. Está muy claro que en el caso de los Estados Unidos todo forma parte de una serie de resultados que el presidente/candidato Trump espera tener para reelegirse este año. Sea cual sea el resultado al igual que la controversia que se generó en nuestro país, la realidad es que China como país esta siendo parte fundamental de la reactivación económica del mundo, las señales enviadas por el acuerdo logrado con nuestros vecinos han sido muy buenas en el contexto económico internacional y seguramente veremos reflejado todo esto en el crecimiento del PIB global. Pareciera que en México a algunas personas les asusta y tratan de asociar la inversión del país asiático con el socialismo y las políticas públicas de la actual administración. Cada tema debe guardar su justa dimensión y el que capitales chinos inviertan aquí no significa que en automático nos convertiremos en un país socialista y si no, pregúntenles a los australianos quienes recibieron inversiones en el 2018, por 43.64 billones de dólares de China. El gigante asiático es y seguirá siendo por muchos años la gran potencia mundial.
