Se dice… que quien ya le entró al ruedo para defender lo indefendible es el diputado local por el distrito de Tula, Octavio Magaña Soto, quien cobijó vehementemente el gasto innecesario e injustificado de casi 7.4 millones de pesos en los festejos patronales de San José, autorizado por el ayuntamiento de la demarcación, pues argumentó lo mismo que el alcalde Manuel Hernández: “El pueblo necesita divertirse”, pese a que rubros prioritarios como la seguridad o el desarrollo económico y social de la Ciudad de los Atlantes se encuentren en el olvido.
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Se dice… que Artemio Gutiérrez sueña con ser alcalde de Xochiatipan; sin embargo, el electorado busca que no sea ya la misma familia que esté en el poder, sobre todo porque cuando fue presidente del Concejo no hizo nada trascendente.
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Se dice… que cada vez son más los asaltos a automovilistas que circulan sobre la carretera federal México-Tuxpan, en los límites de Hidalgo y Estado de México, donde falsas patrullas les cierran el paso y quienes las tripulan a punta de pistola los despojan de sus vehículos y pertenencias, sin importar que entre las víctimas haya niños o adultos mayores, lo cual refleja que de nada han servido las reuniones y firmas de convenio entre autoridades de ambas entidades federativas.
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Se dice… que el que confundió al gobernador con Santa Claus es el presidente municipal de Chilcuautla, Valente Martínez Mayor, quien se puso a pedir y pedir y pedir y se pasó más de 20 minutos en puras peticiones, por lo que hasta tuvieron que pasarle un recadito para que ya le parara a su discurso, porque además de haber cansado al público —que por cierto muy pocos fueron y estuvieron nada entusiasmados—, el alcalde ya se había prolongado en su intervención en puro solicitar cosas, por ahí de 80 millones de pesos, nada más.