Que vaya oso hizo ayer el alcalde con licencia de Ixmiquilpan, Pascual Charrez, quien mediante su cuenta de correo envió un comunicado a nombre del PT en que anunciaba que este era el nuevo candidato a diputado federal del partido en el distrito con cabecera en aquel municipio. No pasaron ni 10 minutos, cuando el correo oficial del partido emitió otro comunicado en el que señalaba de precipitado el anuncio y que no podían enunciar que así pasará. El embrollo no terminó ahí, pues más tarde, de nueva cuenta del correo de Charrez, se aclaró la aclaración del primer comunicado, en la cual Pascual decía que aún no sabía nada y que nada le había notificado el INE.

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que el alcalde de Francisco I Madero, el perredista Pablo Lucas Guzmán Isidro, ya es conocido como el Transformer, pues se deja ver en la cabecera municipal manejando un modesto vocho rojo para aparentar que es honesto y sencillo; cuando se traslada a San Juan Tepa, su comunidad natal, llega en un nuevo y lujoso Jetta último modelo. Quienes lo conocen dicen que los fines de semana se traslada a la capital del estado para hacer sus compras en una plaza comercial del sur de la ciudad. No se diga de su tesorero y director de Obras Públicas, quienes recién estrenaron autos de lujo.

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que mañana viernes estará en Pachuca el candidato presidencial de la coalición Al Frente por México, Ricardo Anaya. Se sabe que el 11 de mayo hará proselitismo, pero en Huejutla de Reyes, Andrés Manuel López Obrador, de la coalición Juntos Haremos Historia.

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que otro alcalde, el de Tianguistengo, Febronio Rodríguez Villegas, perdió el piso, a pesar de gobernar un municipio donde 70 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza extrema y su edil adquirió para su uso personal, una camioneta Escalada último modelo, valuada en casi dos millones de pesos. Así se las gastan buen número de los gobernantes municipales.

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que el delegado del ISSSTE en Hidalgo, José Antonio Copca García, se encuentra muy compungido, pero no por el servicio que brinda la institución de salud, sino por la desaparición de su mascota. Y es que resulta que el funcionario giró instrucciones a su personal para difundir desde el correo institucional la desaparición del animalito, perdiendo seriedad el uso de las herramientas oficiales. Habría que preguntar a los derechohabientes qué les parece que el funcionario esté más preocupado por su mascota que por el funcionamiento de la delegación.