Querido lector: El día de hoy escribiré sobre cómo sanar tus emociones. Una de las funciones de tus emociones es transmitir un mensaje al que es vital prestarle tu atención. El primer paso es observar esa emoción y ese mensaje, percibir su intensidad y dejarla fluir, sentirla, porque lo que no te das permiso de sentir, lo perpetúas.
Por ejemplo, si la emoción que surge es tristeza y sientes dolor, y piensas que, para no sentir el dolor, bloqueas esa tristeza, lo que realmente haces es perpetuarla en tu interior, de forma que se atora en tu ser y comienzas a crear una vida triste y de sufrimiento.
Cuando dejas fluir esa tristeza en tu interior y te abrazas a ella, permites canalizarla, liberarla, y transformarla en una emoción secundaria mucho más favorable como consolación y compasión.
El segundo paso es entender tus emociones para poder regularlas adecuadamente, porque es importante que seas consciente de que es desfavorable para ti reprimir, evitar y rechazar tus emociones. Cuando reprimes o evitas sentir una emoción, lo que haces es recorrer un camino de heridas emocionales que controlarán tu realidad.
En el proceso emocional es importante saber que tu cuerpo responderá a esta emoción, la entiendas o no, la regules o no, la reprimas o no… y esa respuesta se convierte en un impulso, que puede ser tan intenso, que te comportes impetuosamente y pienses, digas y hagas lo que no deseas pensar, decir y hacer.
Y cuando actúas impulsivamente, terminas sintiéndote culpable por haber pensado, dicho y hecho lo indeseado. Y esta culpa se convertirá en una herida emocional. Por lo que, comprenderás que es vital que tu comportamiento sea asertivo, en vez de impulsivo.
La forma en cómo entiendes tus emociones puede transformar la forma en cómo vives tu vida. Quiero dejar claro que entender tus emociones no significa que dejarás de sentir tristeza, miedo, desagrado… significa que puedes aprender a regularlas, porque miedo, tristeza y desagrado siempre sentirás a lo largo de tu vida, el punto no es dejar de sentir, es dejar fluir tus emociones y expresarlas favorablemente.
Una forma efectiva de canalizar tus emociones es escribir un diario emocional, en el cuál asientas lo que sientes, con qué frecuencia sientes esa emoción, qué detonó la emoción, cómo te comportaste, porque es una buena forma de aprender a entender tus emociones.
Una segunda forma para dejar fluir tus emociones es sanar tus heridas emocionales. Huir de tus heridas, pensando que es mejor no sentir ese dolor, es lo mismo que condenar tu ser al sufrimiento y la desolación de una vida sin sentido, que es lo que sucede cuando tus emociones se desequilibran y controlan tu vida.
Como te escribí antes, no puedes evitar sentir porque tus emociones son una herencia antropológica, viene con tu bilogía, por eso, pensar que las evades, que las rechazas o que las evitas es autoengañarte y como es una función evolutiva no puedes controlarlas, es como querer anular una programación genética y neurológica.
Por esta razón es que es favorable para ti aprender a regular tus emociones antes de que estas controlen tus actos y desactiven tu sistema de pensamiento, convirtiéndote en una persona impulsiva y en modo de supervivencia.
Una tercera forma de dejar fluir tus emociones es aprender a respirar. Y te preguntarás ¿cómo que aprender a hacer algo que ya sé hacer? Pues ese es el punto clave, respiras por mera supervivencia. Aprender a respirar más allá de tu bilogía, es modular tu respiración, porque el sistema respiratorio se afecta con las emociones.
En este punto, es donde puedes ver una diferencia si has hecho el ejercicio de observar tus emociones en un diario. Porque notarás que cuando la intensidad de tus emociones se elevan tu respiración se altera profundamente. Si aprendes a gestionar tu respiración, puedes canalizar tus emociones.
El cuarto método que te recomiendo para liberar tus emociones es emplear la Técnica de Liberación Emocional, que te ayuda a liberar la emoción atorada y transformar una vibración de intensidad desfavorable hacia una vibración favorable.
El proceso emocional de liberar tus emociones te ayuda a desactivar el malestar que sientes y a girar tu vibración emocional hacia un estado favorable.
Lo que te propongo es que aprendas a observar, entender, educar y regular tus emociones para tener una mejor calidad de vida y lograr lo que te propongas.
Todo ser humano nace siendo empático, compasivo y amoroso, lo sé, tal vez no me creas. Suena demasiado hippie y optimista.
Piensa en tu propia vida. Acuérdate de un momento en el que estabas completamente feliz. Tal vez al inicio de una relación. ¿Fuiste una persona más amorosa de lo normal?
Cuando estás feliz, eres una persona más amorosa con quien te rodea.
Nuestro cerebro está diseñado para hacernos sobrevivir. Para la mente, el dolor significa que está en peligro. El cerebro interpreta el dolor como una posible muerte.
Ante un peligro (real o imaginario) el cuerpo reacciona para huir, pelear o paralizarnos. Nos llenamos de estrés y adrenalina. Tenemos miedo, ansiedad, tristeza o enojo.
Desde estados de dolor y supervivencia, la mente solo tiene espacio para enfocarse en uno mismo. Es muy difícil pensar en los demás o en el medio ambiente.
Esa es la importancia de la inteligencia emocional. Si sabemos manejar los dolores y las emociones, podemos regresar a estados emocionales positivos.
Quien es consciente de sus emociones y las trabaja, puede regresar a amar como niño. Quien no trabaja con sus dolores, se cierra. Por eso creo que el mundo necesita gente que trabaje sus dolores, así viviremos en un mundo más empático y compasivo. Como siempre te deseo larga vida, salud y prosperidad.