Ante los grandes riesgos para los integrantes de la prensa en México, el Parlamento Europeo aprobó la semana pasada con 607 votos a favor, dos en contra y 73 abstenciones, una resolución para pedir a nuestras autoridades que brinden protección a los periodistas. En el texto se destaca que la hostilidad en contra del gremio ha aumentado desde que empezó esta administración.
La reacción se dio en términos poco habituales. Por inverosímil que parezca, el texto firmado por el gobierno de México acusó a los eurodiputados de ser “borregos” por respaldar una estrategia “reaccionaria” y hasta “golpista” en contra del proyecto de la Cuarta Transformación. Les recordó que México “ha dejado de ser tierra de conquista” y que “ya no somos colonia de nadie”. Les reprochó que sus países envíen armas a otras naciones, los acusó de estar desinformados y dijo que la resolución es un “panfleto”.
El lenguaje tan furibundo nos hizo a muchos dudar de la autenticidad del comunicado. En mi caso, pensé inicialmente que era una broma o que habían hackeado la página oficial del gobierno. Resultó que era auténtico. Mientras iba de la incredulidad al pasmo, en redes sociales los internautas posicionaban el hashtag #VerguenzaMundial.
Pero no soy la única que no podía creerlo. La diputada de Morena, Patricia Armendáriz, suplicó en sus redes sociales que se aclarara el origen del texto: “Por favor SRE favor de salir a desmentir que este burdo escrito provenga efectivamente del gobierno”.
Gerardo Fernández Noroña ya se había manifestado al respecto: “Me parece muy desafortunado. Pensé que era falso. Pero me parece, por decirlo suave, poco diplomático; podría ser enérgico sin ser panfletario”.
Curiosamente, unas horas después ambos cambiaron de opinión. Él escribió: “El compañero presidente López Obrador y nuestro gobierno tienen todo mi respaldo. Considero un yerro lo que ya expresé y santas pascuas”.
Ella publicó: “Mi solidaridad con la respuesta de López Obrador que no es una pieza de diplomacia, pero pone un basta a este tipo de ataques”.
Pero no fueron los únicos que tuvieron que justificar el tono hostil. El presidente de Morena, Mario Delgado, salió al quite y escribió en redes sociales que era necesario “desmitificar a instituciones internacionales como el Parlamento Europeo.” El mismo que antes defendía las resoluciones de los eurodiputados, dejó de verlos con buenos ojos.
Los gobernadores de Morena fueron aún más lejos. Firmaron un desplegado en el que se asegura que “vivimos la época de mayor libertad de expresión en la historia de México”. Me pregunto cómo es eso posible cuando este es el país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo. Esto último basado en cifras, no en percepciones ni en ideología.
Lo que no ven es que mientras más furibunda la reacción a la resolución del Parlamento Europeo y mientras más incondicional el respaldo a esa hostilidad de parte de los subalternos, más validan lo planteado por los eurodiputados. Es el autoritarismo en pleno. Pobre México.
