Después de la región de Tula, el Valle de Tulancingo se ha convertido en un segundo foco rojo de inseguridad en el estado. No solo se trata de Cuautepec, donde los grupos criminales dedicados al huachicoleo mantienen la zona a raya; la violencia se extiende a los demás municipios.
Antier, en Tulancingo, fueron encontrados dos cuerpos descuartizados en una vivienda. De acuerdo con la información vertida por las autoridades, el hecho sucedió en la comunidad de Huajomulco, “donde personal de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH), Procuraduría General del Estado (PGJEH), Policía de Investigación, Guardia Nacional y Comisión de Búsqueda de Personas realizó un cateo, tras una denuncia de olores fétidos en la zona”, relata la información publicada por Criterio en su página web.
Según las autoridades, quienes llegaron tras una denuncia sobre el olor fétido que desprendía la vivienda, los cuerpos se encontraban en cinco bolsas de plástico negro, con, por lo menos, tres cuerpos destazados.
Hace apenas unos días trascendió el asesinato de un supuesto líder de los Zetas, apodado el Chota, quien habría sido localizado con el tiro de gracia, amordazado y boca abajo. De nueva cuenta en la colonia Huajomulco. Dicho sujeto habría sido detenido en 2011 tras un enfrentamiento en Ciudad Sahagún.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Púbica, Tulancingo cerró 2022 con por lo menos 23 homicidios dolosos.
Apenas en diciembre del año pasado, un sujeto fue asesinado en la colonia Linda Vista, acribillado mientras se encontraba en su automóvil, un Tesla. En el lugar se encontraron por lo menos diez cartuchos percutidos.
Es momento de que las autoridades de Seguridad tomen nota y no esperen a que la situación se desborde.
