La venta del avión presidencial que se volvió, –por su propia naturaleza– en un tema controversial, nos habla de esa manga ancha que tienen los gobernantes para gastar en obras o proyectos insospechados que muchas veces sólo significan un gasto.

Creo que todos entendemos el desatino que tuvo un enano para comprar algo tan grande, como fue el avión presidencial, ahora el problema es cómo devolver ese dinero gastado al presupuesto de un país de pobres. Toda posibilidad de solución es un meme.

Quién tuvo la culpa de esta compra innecesaria, es cosa que la propia historia sabrá cobrar en su momento, lo cierto es que nadie impidió esos sueños de grandeza de Felipe Calderón y de Peña Nieto. Nunca vimos a los representantes populares desautorizando tal gasto.

Hidalgo no se encuentra exento de esos exabruptos unilaterales en donde los gobernantes compran ideas lejanas a su realidad e invierten sin medida en proyectos que sirven muchos años después o bien, son cancelados por tiempo indefinido por ausencia de rentabilidad.

Un caso sonante fue la construcción de la Ciudad de las Mujeres, copia del modelo puesto en marcha de la República de El Salvador. La inversión superó los cien millones de pesos sólo en  su construcción que finalizó en 2016 y hasta la fecha, nadie podría decir que es un proyecto concluido y con los resultados esperados.

Otros casos semejantes del sexenio perdido de Olvera Ruiz, fueron los hospitales regionales que tanto se difundieron. En Actopan sólo existen paredones, en Metztitlán dicen que allí la llevan a nueve años de su arranque de obra, algo parecido sucede en Zimapán.

Allí, también podríamos sumar el hospital de especialidades que fue abandonado para luego cederlo al IMSS aquí en Pachuca, justo al ISSSTE.

Las inversiones son multimillonarias y hasta el momento es inviable su funcionamiento en estos momentos de crisis de atención.

Hay algunas fuerte inversiones en asuntos insospechados. Por ejemplo, el gobierno estatal gastó 612 millones de pesos en terrenos, nivelación, drenajes, plantas recicladoras de aguas residuales, acometidas de energía eléctrica, bulevar entre otros, para que la empresa del Grupo Modelo se pudiera instalar en Acopinalco.

Ahora vemos que se inició la construcción de un puente elevado que estará por encima del monumento a Miguel Hidalgo. Decía el  filósofo pueblerino que más alto que el Padre de la Patria sólo el ego. En fin, son muchos millones invertidos sobre una misma vía mientras somos secuestrados por un accidente automovilístico en Matilde, que mantuvo incomunicado a la capital con la CDMX por cerca de diez horas, ante la ausencia de circuitos periféricos.

Sin duda la restricción del gasto, también hará que entren en mesura los funcionarios que idean proyectos tan ambiciosos como el sincrotrón que necesita al menos 20 mil millones de pesos de inversión, algo así como la mitad de un año de presupuesto para Hidalgo.

Es justo y necesario insertarse en la vida competitiva nacional e internacional, sin embargo, siempre deberá existir la cordura para medir los alcances, porque resultaría difícil buscar un primer lugar en deportes de alto rendimiento si lo único que traemos en la bolsa es pobreza y medio bolillo con frijoles.

Nimiedades: Conforme avanza el proceso electoral siguen apareciendo fundaciones preocupadas por los hidalguenses, gastando fuertes cantidades en apoyos diversos, aunque casualmente no están inscritas ante la SHCP, raro, ¿no?