Con la pandemia de coronavirus (Covid-19) que poco a poco se abre camino en nuestro estado, la situación es preocupante para unos, mientras que para otros parece que no pasa nada.

Y si bien los contagios en términos numéricos son realmente reducidos en comparación a otros estados, lo cierto es que hasta el momento parece que las medidas adoptadas, con todo y que a algunos de plano les vale madre, están surtiendo efecto.

Todos están preocupados y ocupados con la idea de blindar a sus familias, a sus vecinos, a las colonias, a los habitantes de los municipios y de los estados, cosa que es comprensible, sin embargo todo parece indicar que poco se hace para conocer cuál es la raíz, el origen de este virus que nos trae bien pendejos a todos, por lo que creo que es una buena idea la del gobierno de lanzar una convocatoria para que los científicos de todo el país presenten un proyecto de investigación,  cuyo tema central es el coronavirus y se puedan ir a desarrollarlo al sincrotrón en Suiza, esto con la idea de encontrar el medicamento adecuado, la cura o cuando menos conocer el verdadero comportamiento de tremendo virus que rápidamente se va propagando por el mundo.

Permítame reconocer que, al enterarme de tal propuesta, me pareció que era una completa y reverenda jalada, incluso incomprensible, entendiendo que nuestro estado, con muchas limitaciones presupuestales, con altos niveles de pobreza, se involucrara en algo que quizá estaría encabezado por las universidades de mayor prestigio del país, incluso de centros de investigación avanzada.

Pero cual fue la sorpresa que era Hidalgo quien proponía lanzar esta convocatoria con el aval del Instituto de Investigación Paul Scherrer, considerado de los más avanzados en Suiza, y que cuenta con un sincrotón, equipo de alta tecnología que permite desmenuzar la materia, descomponer el ADN y entender por qué el coronavirus es tan virulento y eventualmente buscar la cura.

De ese tamaño es hoy la idea de que México se sume a la carrera por encontrar la vacuna o el medicamento que ayude a salvar a miles de personas y llama la atención que sea Hidalgo quien levante la mano para encabezar esta cruzada invirtiendo recursos para mandar a los científicos mexicanos a Suiza y haber logrado que el Instituto Scherrer done el tiempo de sicrotrón para desarrollar la investigación.

Me queda claro que nada es gratis y que seguramente algo deberá representar en el futuro esta inversión de recursos, considerando que Hidalgo ha luchado por al menos tres años para contar con un sincrotrón en la entidad, pero lo cierto es que más allá de mezquindades, cuando menos en esta ocasión es una buena idea. Esperemos que la ambición no les gane y sea genuina la preocupación por el bienestar de la gente que hoy sufre por el ataque de un virus –hasta hoy– parcialmente desconocido, o lo que es lo mismo, no la vayan a cajetear y como decía mi madre: “No vayan a salir con su batea de babas”. Por si las dudas, los vamos a estar observando.

Palabras más, palabras menos.

Pero como no todo puede ser bueno en la vida, o sea tanta miel empalaga, me pregunto ¿Qué chingados están haciendo las autoridades para auxiliar a los cientos de trabajadores que están perdiendo su empleo, porque los empresarios –apanicados– y no queriendo perder sus jugosas ganancias, están despidiendo a diestra y siniestra a sus empleados?

Mientras conocemos generosos ejemplos de personas que están dispuesta a todo con tal de ayudar a los demás en este momento de crisis, esto hijos de su reverenda progenitora, sin avisar, ya dejaron en la calle a los empleados, ¡qué poca madre!