Recuerdan que el año pasado, en marzo, el presidente Donald Trump anunció aranceles al acero mexicano?, ¿cuál fue la respuesta por parte de México? En aquel entonces la Secretaría de Economía, respaldada por el sector empresarial, anunció de inmediato que aplicarían aranceles a ciertos productos estadunidenses, no a todos. En su momento se analizaron aquellos productos que no impactaran tanto en el consumidor nacional, pero que sí lo hicieran políticamente en los estados de la Unión Americana, en donde el partido político afín del propio presidente Trump tenía intereses en ganar la contienda electoral que se avecinaba. Pasaron los meses y fuimos testigos de cómo escalaban sus comentarios en torno al tema migratorio con México, así como la guerra comercial con China. Por un lado, el mensaje de cuidemos a nuestro país negándole el paso a los migrantes y, por otro, generemos más empleos protegiendo nuestra economía. Estas estrategias le dieron resultados para mantener el equilibrio dentro de la Cámara de Representantes y Senadores en las elecciones llevadas a cabo en noviembre. En su momento, en esta misma columna, hablamos de la importancia que tendría el tema migratorio en la agenda del presidente ya que cómo todos hemos sido testigos, han pasado caravana tras caravana de ciudadanos centroamericanos por nuestro país, convirtiéndose este en un grave problema, no solo para los Estados Unidos sino para México. En nuestra relación con el país vecino, este era el tema número uno, seguido del tratado de libre comercio. Han pasado muchos meses desde el primer amague con el tema del acero y pareciera que no conocemos cuál es el modo de negociar del presidente Trump. La semana pasada nuevamente anunció que nos impondrá aranceles si no hacemos algo con el tema de la migración. En política no hay casualidades, al día siguiente de este anuncio, en su cuenta de Twitter, publicó que el próximo 18 de junio, en Orlando, Florida, lanzará su campaña para ser electo para su segundo periodo. Todo parece indicar que la carrera por alcanzar otros cuatro años al frente de la potencia mundial lo llevará a hacer todo lo que sea para convencer al electorado, cada acción, discurso, tuit cuenta y su grupo de estrategas políticos saben que cada vez que menciona el muro o que va a proteger la economía se traduce en preferencia positiva de votos. Nos guste o no su forma de gobernar y negociar, a su país le está entregando resultados como lo es la reducción de la tasa de desempleo. Todo esto debemos entenderlo y al final se resume en una sola palabra: política. Si queremos sentarnos a negociar en su mesa, debemos hacerlo con todas las herramientas, experiencia y conocimientos políticos a la mano, esto apenas está empezando, ya que las elecciones se llevarán a cabo hasta el día 3 de noviembre de 2020 por lo que nos faltan muchos días o, en otras palabras: muchos tuits. En política no hay casualidades y por el bien de nuestro país esperemos que se puedan lograr consensos y situaciones de ganar-ganar, y, de no ser así, que existan las respuestas adecuadas y las estrategias políticas para frenar lo que pudiera ser una embestida económica, así como una crisis humanitaria.
