De manera inusitada, la calma chicha que reinaba desde hace varios meses en Hidalgo cambió en los últimos días.
Curiosamente ahora muchos tienen algo que decir.

Los taxistas, por ejemplo, que de forma poco solidaria no aceptaron la propuesta de una diputada para aplicar descuentos en el pasaje a estudiantes y personas de la tercera edad.

Me pareció tan culera la posición de estos hombres del volante, y aún no alcanzo a comprender si el rechazo a tal iniciativa era por el hecho de que provenía de una representante de un partido que no era en el que militan sus líderes, porque no me los imagino haciendo un pancho si la propuesta hubiera sido de algún priista.

Lo más denigrante y que me pareció vergonzoso es que sus mismos compañeros no la defendieran y que así, de huevos, los inconformes le pidieran que se disculpara.

No se puede creer que una iniciativa que quizás tenía algunos puntos poco claros, inclusive fallas que podían ser perfectibles, pero que en esencia tenía como objetivo ayudar a los que menos tienen, fuera motivo para insultar, sobajar y humillar a una legisladora, como si fuera un pecado intentar ayudar a los desprotegidos.

Y no se trata de colores, para que luego no nos señalen de ser morenistas, pero me imagino que si esa misma propuesta la hubieran hecho algunos de los legisladores de otros partidos, como el tricolor, otro gallo cantaría.
Pero así funcionan los intereses de grupos, que se comportan de forma miserable sin entender que es momento de jalar todos parejos hacia el desarrollo.

Y qué mejor muestra de solidaridad que la del mismo gobernador Fayad, quien en varias ocasiones ha insistido en trabajar en coordinación con el nuevo gobierno y no escatimar ni obstaculizar las acciones para que las cosas se hagan y que todos crezcamos.

Él no se anda con pichicaterías y está dispuesto a trabajar de la mano con el presidente López Obrador, en una actitud reformista y de gran calado, sin escatimar esfuerzos en bien de la sociedad.

Cierto es que hay propuestas que pudieran ser poco viables, todos tenemos errores, pero de eso a que de plano se pongan de acuerdo y jalen a los acarreados con tal de no permitir que se aprueben una serie de descuentos para estudiantes y adultos mayores, en verdad se pasan de lanza, ven la procesión y no se hincan.

Los que si ya llegaron a un acuerdo, o eso creemos, son los antorchistas, que tienen por consigna fastidiar un día sí y otro también a quien se deje, pero como ya vienen las posadas y el fin de año, y seguramente ya les llegaron sus reyes anticipados, decidieron tomar unas vacaciones y darle un respiro al municipio.

Tema aparte es el pleito que tiene el diputado Asael con la regidora de Pachuca Isabel Vite, que anticipa subir de tono, luego de las agresiones que recibiera esta mujer y las descalificaciones por su actuar.

¿Pos no que mucho amor a las mujeres?

Y si todo esto no fuera suficiente, ahora los magistrados están inconformes porque les van a reducir sus raquíticos salarios, similares a los de los obreros. Amenazan con salir a las calles para manifestarse por todo lo habido y por haber, solo para demostrar que son seres humanos que sienten y para confirmar que los ricos magistrados también lloran.

Palabras más, palabras menos

Quien no tuvo madre fue el Grinch pachuqueño que, de huevos, no sabemos si por iniciativa propia o aconsejado por algún maloso, le prendió fuego al arbolito de Navidad de la plaza Independencia.
Ya son muchos los casos de incendios de los arbolitos de Navidad, ¿no les parece?