La propagación del fuego
 
Hace (42) meses
 · 
Compartir:

Para Mónica, por sus palabras tan certeras

1: Lo que más valoro en una mujer es la verdad, que pueda mirarte a los ojos y deletrear con calma lo que dice sentir, la valentía que acompaña a sus palabras y los ovarios para ir en contra de todo, buscando su felicidad. Que te haga sentir el más importante, aunque no lo seas, que te haga sentir su primera y única opción, no me gusta jugar de segundo ni ser su consuelo, mucho menos premio de consolación, he trabajado tanto para una vida diferente a todas, donde solo quepa el amor, la amistad, la sonrisa. Sin alimentar dudas, mentiras, un amor que propague el fuego, lo encienda, lo mantenga a bocanadas de oxigeno, un amor fácil, sin complicaciones, que lleve por estandarte la palabra, la honestidad en las miradas; el mundo necesita personas entregadas, apegadas a lo humano; si vas a llegar a mí, que sea para quedarte.

2: Recuerdo que hace algunos años, hubo algunas citas, que me dejaron marcado para siempre, pareciera que taladraron mi cerebro y se incrustaron en el centro; ahora son inamovibles. Hay que recordar, que existieron escritores que solo han sido perdonados por algunas frases, se han salvado por unas cuantas palabras, quiero decir, su escritura quizá no fue bien aceptada, y sin embargo, en algunas líneas dejaron cierta perspicacia y por ello serán recordados durante mucho tiempo. Así que les pido a los seguidores de esta columna, me permitan ofrecer remedios caseros, que los ayuden ya sea, a sentirse solos o acompañados, a enamorase o a olvidar, a vivir la pasión con la responsabilidad que esto conlleva o a vivir tras el antifaz que cubre su rostro; ojalá estas citas puedan orientarlos o ya de perdida ayudar a que la joven que ayer se les negó, recapitule y les dé el sí. Comenzamos. El amor tiene la virtud de desnudar, no a dos amantes el uno frente al otro, sino cada uno de los dos ante sí mismos. Cesare Pavese. En el amor como en el deporte, la condición de “amateur” debe ser estrictamente mantenida. Robert Graves. El amor nunca muere por causas naturales. Muere porque desconocemos cómo recargar su fuente. Muere de ceguera y errores y traiciones. Muere por enfermedad y heridas; muere de cansancio, de desgaste, de enmohecimiento. Anais N. El amor es un castigo, somos castigados por no haber podido quedarnos solos. Marguerite Yourcenar, he pasado una noche estupenda, pero no ha sido esta. Groucho Marx. Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única sabiduría que puede acompañar a un escritor. Augusto Monterroso. Contra el silencio y el bullicio invento la Palabra, libertad que se inventa y me inventa cada día. Octavio Paz. Lloramos al nacer. Nos da tristeza emprender la estúpida comedia. William Shakespeare. Lo que probablemente distorsiona todo en la vida es que uno está convencido de que dice la verdad solo porque dice lo que piensa. Sacha Guitry. Cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar. Mark Twain. La tierra es un teatro, pero tiene un reparto deplorable. Oscar Wilde. La gloria de un poeta depende, en suma, de la excitación o de la apatía de las generaciones de hombres anónimos que la ponen a prueba, en la soledad de sus bibliotecas. Jorge Luis Borges. Tomar fotografías significa contener la respiración. Henri Cartier-Bresson. …El entusiasmo no es una cosa que se gaste cuando uno es realmente idiota, se gasta cuando uno es inteligente y tiene sentido de los valores y la historicidad de las cosas… Julio Cortázar. El diablo es un optimista si cree que puede hacer peores a los hombres. Karl Kraus. Ahora es nunca, todo es nada si no descanso en tu mirada. Gustavo Cerati. La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando. Pablo Picasso. El mar se mide por olas. El cielo por alas. Nosotros por lágrimas. El aire descansa en las hojas. El agua en los ojos. Nosotros en nada. Parece que sales y soles nosotros y nada. Jaime Sabines. La esperanza diferida mejor es que nada. Hasta cierto punto. Hasta que el corazón empieza a enfermar. Un corazón enfermo mejor es que nada. Hasta que empieza a partirse. Samuel Beckett. Amarse a sí mismo al menos tiene una ventaja: no hay muchos rivales. Georg Christoph Lichtenberg. No el placer, no la gloria, la libertad, únicamente la libertad. Fernando Pessoa. El tiempo es un gran maestro, es una pena que acabe por matar a todos sus alumnos. Héctor Berlioz. Darse a la tarea de olvidar a alguien es una forma de no pensar en otra cosa. Jean de La Bruyère. Que Dios nos ha creado ¿y por qué debemos darle las gracias por habernos creado, si hemos de volver a la nada de la que nos sacó? Miguel de Unamuno. ¡Incendien los museos! Ese viejo eslogan revolucionario puede ser llevado a la práctica por los museos mismos. Un museo en llamas atraería a la multitud que normalmente asiste a visitar las exposiciones. ¡Incendien los museos!, no llama al fin del arte sino a expandir la función de las instituciones artísticas para que sean incluidas como medio de combustión. H. Rosenberg. La existencia no es algo que se deje pensar de lejos: es preciso que nos invada bruscamente, que se detenga sobre nosotros, que pese sobre nuestro corazón como una gran bestia inmóvil; si no, no hay absolutamente nada. Jean-Paúl Sartre. Y entonces… yo soplé y te vi, y ese fue el día en que comenzó mi suerte. Eduardo Galeano. La noche ofrece tiempo de violencia, el sexo tiene forma de cuchillo, de violar a una virgen de doce años, de coserme las manos a dos tetas, de sodomizar a una madre mientras bendice a un hijo. Quiero decir, me siento violador, asesino y poeta. Ulises Vidal. El hombre ha nacido para morir, ¿qué quiere decir eso? Perder el tiempo y esperar. Esperar el colectivo. Esperar un par de tetas alguna noche de agosto en un cuarto de hotel en Las Vegas. Esperar que canten los ratones. Esperar que a las serpientes les crezcan alas. Perder el tiempo. Charles Bukowski. Escucha el reproche de los necios: es un título real. Los ojos del fuego, la nariz del aire, la boca del agua, la barba de la tierra. William Blake. De dos peligros debe cuidarse el hombre nuevo: de la derecha cuando es diestra, de la izquierda cuando es siniestra. Mario Trejo. La carne es triste y ya he leído todos los libros. Stéphane Mallarmé. Yo nací un día que Dios estuvo enfermo, grave. César Vallejo. Sucede que me canso de ser hombre. Pablo Neruda. Si Dios existe, es más problema de él que mío. Joaquín Sabina.

4: Escriban sus comentarios, críticas y más críticas y nada de elogios a: [email protected] twitter: @Vidal_Evans

Compartir:
Etiquetas:
Relacionados
title
Hace 1 minutos
title
Hace 9 minutos
title
Hace 14 minutos
title
Hace 29 minutos
Se dice
/seDiceGift.png
Especiales Criterio
/transformacion.jpeg
Suscribete
/suscribete.jpg
Más popular
Política actual impide el desarrollo: Marivel Solís
Por Gerardo Ávila . 24 de mayo de 2016
Por Gerardo Ávila . 9 de agosto de 2017
Por Federico Escamilla . 12 de febrero de 2018
Por Gerardo Ávila . 30 de noviembre de 2015

© Copyright 2023, Derechos reservados | Grupo Criterio | Política de privacidad