La política es un meme
 
Hace (49) meses
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Estamos a unos cuantos días de que comience el mitote, perdón, el proceso electoral para renovar las alcaldías en Hidalgo y aunque formalmente aún no hay definición de aspirantes, lo cierto es que el espectáculo cómico, mágico, musical está a todo lo que da y los que aspiran a obtener una candidatura hacen hasta lo imposible para que los vean y para ello recurren a cuanta pendejada nos podamos imaginar.

En algunas regiones del Estado como lo dicta la costumbre patriarcal, se pueden encontrar las camionetas con todo tipo de regalos para los posibles votantes. Tinacos, cemento, láminas, carretillas, palas y hasta despensas en grandes cantidades son entregadas a diestra y siniestra, todo con el fin de que los posibles candidatos estén en el ánimo de los ciudadanos.

Tal y como lo hicieran los abuelos metidos a la política, la estrategia para hacerlo es tradicional, porque los encargados de hacer estas tareas, suponen, a veces con razón, que son tantas las necesidades de los ciudadanos que aceptaran cualquier migaja, y que a la hora de la votación estarán tan, pero tan agradecidos, que no les va a quedar otro remedio que votar por el espléndido candidato, aunque no haya puesto nada de su bolsa el sujeto en cuestión.

Sin embargo, algo ha cambiado a la hora de hacer política y es el hecho de que la incursión de los medios digitales en la vida de los ciudadanos, sobre todo en las ciudades, donde a diario se ve a hombres y mujeres, jóvenes y no tan jóvenes pegados al celular, les obliga a los aspirantes a migrar hacia las redes sociales como una nueva forma de llegar a la población.

Ante esta nueva perspectiva para hacer el mensaje a los ciudadanos, me permito hacerles algunas sugerencias.

Para los aspirantes que son muy machines y todo terreno, que les parece si comienzan a trabajar muy de cerca con su community manager algunos memes pegadores, que sienta la gente que están cerca de ellos, que con casi sus brothers, cuates, cámaras.

Otra idea es hacer una convocatoria en Facebook para el concurso del meme más ingenioso del aspirante en turno, los ganadores podrán obtener además de una lanita, porque eso de la lana es indispensable, digo para que haya emoción, la oportunidad de estar acompañando a su modelo de los memes a algunos de sus eventos y que pueda posar junto a él en los mítines, vaya en primera fila, algo así como la zona VIP de la polaca.

Los memes son muy socorridos y además les llegan a los chavos y si les gustan los replican de inmediato y eso es publicidad, a sus costillas, pero es publicidad.

Entre más se burlen de los candidatos más será el número de seguidores y quien quita y en una de esas ganan, total ahora ya no se requiere de políticos de carrera, sino quien sea mas ingenioso a la hora de llegarle a la gente vía redes sociales.

Así que muy listos mis aspirantes, olvídense de las encuestas, de plantar arbolitos, de sacarse la foto besando niños, lo de hoy son los medios digitales, entonces a chingarle en las redes sociales y que comience el show, perdón, perdón, el proceso electoral.

Palabras más, palabras menos.

Ahora si estoy mas que encabronada ante la chingadera que le están haciendo al columnista y compañero Sergio Aguayo, quien es victima de las determinaciones de un magistrado que se pasó por el arco del triunfo la Libertad de expresión y lo condenó a pagar una multa millonaria por “daño moral” al honorable personaje Humberto Moreira.

Desde esta columna y por supuesto a través de redes sociales me solidarizo con Sergio Aguayo y hago votos que esto no sea el principio de una persecución para quienes nos dedicamos al columnismo.

 

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