El fin de semana, la presidenta municipal de Actopan, Tatiana Ángeles Moreno, suspendió la recolección de basura en el municipio tras la clausura de su sitio de traspaleo, ubicado en un espacio clandestino, cercano a áreas habitadas. La parte de la historia que no ha contado es que el gobierno del estado le pidió que hasta diciembre del año pasado, tenía para encontrar otro lugar más adecuado para este propósito, pero decidió arriesgarse y llegó la sanción.
La presidenta municipal se ha puesto en un plan de víctima en el ánimo de generar empatía entre la población y evitar un conflicto social, el cual, de no atenderlo, este fin de semana podrían los ciudadanos llevar su basura a la sede del ayuntamiento o a su domicilio particular.
De acuerdo con sus facultades legales y obligaciones, es su responsabilidad garantizar los servicios públicos a los ciudadanos, incluyendo al de la recolección y destino final de la basura que producen los ciudadanos.
La presidenta municipal tiene razón cuando sugiere que es responsabilidad de los ciudadanos mejorar la cultura sobre el manejo de la basura, pero debió prevenir el problema e iniciar desde hace dos años una campaña enfocada precisamente hacia los tratamientos sobre el manejo de los residuos sólidos, previniendo esta situación que perfectamente sabía que se le avecinaba.
El síndico del municipio, su otrora aliado, Alejandro Chapey Ramírez, ha explicado, que desde hace dos años advirtieron a la alcaldesa sobre la situación y que el terreno de traspaleo era idóneo para ser un foco de infección y riesgo a la salud de los habitantes de esa área.
La alcaldesa reveló que el municipio deposita diariamente 100 toneladas de basura ya tratadas en el relleno sanitario de Tula; es un dato perturbador, porque ni siquiera Ixmiquipan, que tiene el doble de población, produce esa cantidad, y advirtió, de no recibir tratamiento, se elevaría al doble con ello el presupuesto; es decir, de 4 millones y medio a 8. En realidad, Actopan apenas si alcanza las 60 toneladas al día sin separación. Ahí está el truco, porque el tema de la basura es uno de los mejores negocios.
El de Actopan, es un caso especial e interesante, porque en 2022 los regidores autorizaron comprar un predio en más de 7 millones de pesos, donde prevalecieron más los intereses económicos y políticos, antes que la factibilidad técnica; obvio el predio fue rechazado socialmente y por las instancias ambientales.
El caso de Actopan no es exclusivo, la mayor parte de los municipios están en la misma crisis, la falta de iniciativas y propuestas serias obligan a sus gobiernos a tirar literalmente millones a la basura y, lo que es peor, es un rubro que se presta para actos de corrupción, debido a que es un tema sensible y del que pocos cuestionan, incluidos a los regidores.
La realidad es que los alcaldes pasarán a la historia como una farsa y si no atienden esta crisis, heredarán a los siguientes gobiernos prácticamente bombas de tiempo. Ayer apenas, en La Misión, la Semarnath clausuró definitivamente el sitio que sería el relleno sanitario, construido en una cuesta que afecta a manantiales, fauna y flora de la región.
