Justicia ciega
 
Hace (51) meses
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Cuando dicen que la justicia es ciega, en algunas ocasiones también parece que es pendeja.

Y es que para Maricela la justicia es tan absurda como el hecho de que le descuentan pensión alimenticia para sus dos hijos que viven con el padre, a pesar de que ya son mayores de edad y no presentan alguna discapacidad.

La pesadilla de Maricela comenzó hace 14 años cuando se divorció y fue acusada falsamente por su esposo de presunta violencia familiar; debido a que no tuvo acceso a una asesoría adecuada y al hecho de que el marido tenía influencias en la Procuraduría, la juez que llevaba el caso simplemente le quitó la custodia y la patria potestad, sin respetar sus derechos como madre, e incluso le niegan el acceso a información sobre la situación escolar de sus hijos.

Maricela, enfermera de profesión, percibe un salario mensual de alrededor de 6 mil pesos y le descuentan el 39 por ciento de su sueldo para la pensión que, por Ley, le debe entregar a su marido para la manutención de los hijos, lo que significa que vive desde hace 14 años con 3660 pesos al mes, un poco menos del salario mínimo actual, lo cual es incomprensible, ya que Maricela es titulada en Enfermería y ejerce la profesión desde hace 17 años.

Lo curioso es que el dichoso marido, de profesión dentista, recibe un salario promedio de más de 20 mil pesos mensuales; además, le es otorgada la pensión; sin embargo, las condiciones de sobrevivencia de los hijos son de pobreza.

Después de leer este caso, seguro que ustedes pensarán que esta es una historia de alguna telenovela, pero la realidad supera la ficción y esta mujer padece una triple violencia: la que por años ha ejercido un marido prepotente, abusivo y que utiliza sus influencias para chingarla; la violencia contra la mujer ejercida por una juez que no está atendiendo el caso con perspectiva de género, una mujer que chinga a otra mujer, y la violencia laboral que ejerce una institución contra una profesional, sometiéndola a ejercer con un salario muy por debajo de lo que debiera percibir una licenciada en Enfermería con 17 años de experiencia. Total, que Maricela está más que fregada.

Se entiende que, en esto de la igualdad de derechos, la mujer también debe aportar a la manutención de los hijos cuando no ejerce la custodia, pero, después de 14 años de pagar pensión y aún cuando los hijos son mayores de edad y ya no estudian, parece injusto para Maricela seguir pagando el pupilaje y viviendo con menos de un salario mínimo.

Y quizá lo más grave es que ahora cuando la mujer ha solicitado que se revise su caso y que ya se le retire esa injusta pensión que la mantiene en la miseria y que en muy poco ha ayudado a mejorar las condiciones sociales de sus hijos, al no poder pagar un abogado que lleve su caso, a pesar de que todo mundo se llena la boca refiriéndose al respeto a las mujeres, Maricela no logra que la juez que lleva el caso, reconsidere la situación, como no es la Juez quien se encuentra en esa condición de indefensión, pues le vale madre.

Así las cosas, todo parece indicar que en cuanto se refiera a los derechos de la mujer, la igualdad, el respeto, la perspectiva de género, se reduce a festejar los días 25 de cada mes vistiendo atuendos color naranja, pero que en la realidad todo es de dientes pa fuera, o lo que es lo mismo, la igualdad de género vale para una chingada.

Palabras más, palabras menos.

Aunque tarde, yo deseo a todos los lectores que este 2020 les brinde 366 oportunidades de ser felices. Un abrazo para todos y todas.

 

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