La falta de oportunidades, provocada por el gobierno federal, es la causa, según el alcalde de Tula, Manuel Hernández Badillo, de la ola de violencia que asola el municipio que gobierna y las zonas aledañas.
Durante los últimos meses hemos visto ajustes de cuentas, asesinatos y hechos violentos en el municipio tolteca, uno de los más importantes del estado, aquel que genera el mayor Producto Interno Bruto del estado.
Y no sé si las declaraciones del alcalde son un reflejo desesperado o una simple justificación, sin embargo, debería servir como llamado a las autoridades estatales para que sin importar los colores envíen todas las baterías de seguridad a la región.
Hidalgo ha sido un estado tranquilo por años; sin embargo, hemos visto como algunas zonas han sido subgobernadas por grupos delincuenciales, principalmente impulsados por el robo de combustible. Tal vez sea momento de poner un manotazo sobre la mesa y demostrar que el estado no permitirá que los criminales se apoderen de la tranquilidad de la población.
Regresando a las declaraciones del alcalde, sería prudente que respaldara sus dichos con cifras, pues para hablar al chilazo ya hay muchos en este pueblo.
Irresponsable o desesperado, no lo sé, solo sé que nadie puede negar que Tula vive una crisis de seguridad nunca antes vista, la cual puede crecer si nadie la atiende.
Payasadas: Donde parece que se quieren echar en contra a quienes invierten para salir adelante es en Alfajayucan, donde al menos 30 contribuyentes acusan que, discrecionalmente, el ayuntamiento ha elevado impuestos y costos de licencias de funcionamiento. Criterio obtuvo testimonios de una gasolinera, una empresa de cable, giros automotrices, forrajeras, clínicas y una productora de asfalto, quienes dicen, ya se pasaron de listos.
