Los nueve partidos políticos, desde lo viejos, PRI, PAN, PRD, y los nuevos, Morena, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza, entre otros, han pregonado que sus triunfos electorales se apoyan en la fuerza y en el número de sus militantes, fuerza que en realidad es precaria, pues esos nueve “institutos políticos” apenas reúnen en sus listas un raquítico 10 por ciento del padrón electoral en Hidalgo, que integran 2 millones 24 mil 672 ciudadanos inscritos.
Oficialmente, los partidos políticos que contenderán en las elecciones de junio próximo declararon las listas de militantes en el orden siguiente:

Partido Revolucionario Institucional (PRI), 133 mil 268 militantes.
Partido de la Revolución Democrática (PRD), 51 mil 969.
Partido Verde Ecologista (PVEM), 15 mil 64.
Partido del Trabajo (PT), 14 mil 53 simpatizantes.
Partido Nueva Alianza (Panal), 9 mil 362.
Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), 5 mil 785.
Movimiento Ciudadano (MC), 4 mil 259.
Partido Acción Nacional (PAN), 3 mil 793, y,
Partido Encuentro Social (PES), 2 mil 309.
Estos nueve partidos aglutinan sólo a 239 mil 862 ciudadanos, de los 2 millones 24 mil 672 con credencial de elector.

Batalla entre mapaches
Los resultados de los distintos comicios que se han llevado a cabo en los últimos años no reflejan necesariamente que los votos obtenidos por un partido hayan sido de sus correligionarios, sino de las diversas estrategias de promoción entre la ciudadanía.
Sin embargo, cuando se trata de elecciones internas en algún partido, las cifras se inflan y el mapachismo es similar al canibalismo: no respeta compañerismos, ni siglas, ni colores de las asociaciones políticas.
Un ejemplo de cómo se manejaba y maneja el mapachismo en el PRI quedó claramente evidenciado en las elecciones internas, celebradas en 1999, para designar candidato a gobernador entre Manuel Ángel Núñez Soto—favorito de Jesús Murillo Karam (gobernador con licencia en ese año) —y el todavía priista José Guadarrama Márquez.
El saldo de esa contienda interna fue sorprendente: cientos de miles de votos (la cifra difería en los diarios) para los contendientes: 180 mil para José Guadarrama, y 200 mil y pico para Manuel Ángel Núñez.
No hubo dudas de que esa elección interna fue una batalla entre súpermapaches.
Guadarrama, con sobrada fama en el arte de fabricar triunfadores a candidatos priistas en Yucatán y Michoacán, donde fue delegado priista, no se dejaría ganar en su estado natal. Pero perdió.
El gobierno del estado, en manos del gobernador interino Humberto Lugo Gil, viejo lobo de mar, armó su estratagema con el auxilio del maestro Manuel Ángel Villagrán (q.e.p.d.), exdiscípulo de Guadarrama, y armó la gorda en las ánforas, auxiliando al entonces presidente estatal del PRI, Aurelio Marín Huazo.
Manuel Ángel Núñez Soto fue gobernador de 1999 a 2005
Poco después, José Guadarrama creó su famoso Frente. Ahora juega como candidato del PRD al gobierno del estado.

Más mujeres que varones
Información del INE dice que en la elección del próximo 5 de junio, en Hidalgo habrá más mujeres que hombres con derecho a votar. De acuerdo con la lista nominal, de los 2 millones 24 mil 672 ciudadanos inscritos, un millón 67 mil 985 son mujeres (52.75 por ciento) y 956 mil 687 (47.25 por ciento), hombres.
Nos consta que las mujeres son duras de roer. Ya no se dejan engañar tan fácilmente. Eso lo comprobaremos el 12 de junio, en los cómputos finales.