A menos de un año de las elecciones más grandes de la historia de México, el Instituto Nacional Electoral (INE) se juega su credibilidad. Las dos encuestas que este instituto empleó como metodología para elegir a quien será el próximo presidente de Morena ha dejado más dudas que respuestas para los mismos militantes del partido y hacia la opinión pública.
Porfirio Muñoz Ledo ha encabezado las dos primeras encuestas de reconocimiento, suficientes para determinar su triunfo; sin embrago, el INE pretende realizar un tercer sondeo inexplicablemente, a pesar de todas las implicaciones que conlleve hacerlo en perjuicio para Morena, acciones que al parecer sus militantes no vislumbran y que seguro pagarán caro inexorablemente en las próximas elecciones del 2021.
Como recordará, la primera encuesta de reconocimiento de candidatos a la dirigencia de Morena realizada por el INE, Muñoz Ledo arrasó en dicho sondeo obteniendo el 41.70 por ciento sobre su más cercano competidor, que logró Mario Delgado en un 27.10 por ciento.
La idea del INE fue aplicar una segunda encuesta de preferencia de candidatos, que se aplicó entre el 2 y el 8 de octubre y que el pasado viernes el INE dio a conocer los resultados, los cuales encabezó nuevamente Muñoz Ledo con: 25.34 por ciento seguido de Mario Delgado con 25.29 por ciento: sin embargo, para el INE fue catalogado como un empate técnico, lo que propuso de inmediato realizar una tercera encuesta, lo que dejo divido y enfrentados a los contendientes finalistas.
Llama la atención, que dos candidatas finalistas desconocidas en el ámbito nacional hayan logrado una votación increíble, restándoles preferencias a los dos grandes finalistas, más aún a Muñoz Ledo, el candidato a vencer. Se trata de Adriana Menéndez, que logró el 19.18 por ciento obteniendo el tercer lugar, y de Hilda Mirna Diaz Caballero, con 13.58 por ciento competidoras desconocidas por la opinión pública y de los mismos dirigentes de Morena, situación que enrarece el procedimiento de auscultación del INE.
La fotografía de la primera encuesta y la segunda realizada por el INE parece que se trata de dos casos distintos, no concuerdan los resultados. El INE se juega su credibilidad, surge dudas del procedimiento; de no resolverlo, va a cargar con ese fantasma en las elecciones de 2021… y, mientras tanto, Morena, en la sombra.
