El magnate Alonso Ancira Elizondo, concesionario casi vitalicio de las minas de Pachuca y Real del Monte de las cuales podría extraer en plazo de 10 años 90 millones de toneladas de mineral, cantidad similar a la explotada durante más de 400 años por españoles, británicos, mexicanos y estadunidenses, fue capturado por la Interpol y está preso en una cárcel de España desde hace dos días por presuntos hechos delictuosos en agravio de la nación.
Las investigaciones de la Secretaría de Hacienda en contra de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, quien autorizó una recompra con sobreprecio de una planta de producción de fertilizantes que contenía maquinaría inservible propiedad de Altos Hornos de México, empresa de Alonso Ancira, involucran a este.

Favores del señor presidente

El presidente Carlos Salinas de Gortari dispensó favores más que de amigo a Alonso Ancira quien adquirió , en 1990, todas las instalaciones de la vieja Compañía Real del Monte (Cía. RDM) en seis millones de dólares, cantidad ínfima si se toma en consideración lo anotado por Luis Willars, director de dicha empresa, quien afirmó en el llamado Libro blanco que el valor real era de 105 millones de dólares y no de seis como se pactó.

Nueve años prófugo

Después de una serie de transacciones que resultaron fraudulentas, Ancira huyó del país en 2003 y se refugió con su familia en Israel, donde la buena fortuna le convirtió en millonario en unos cuantos años y regresó a México, convertido en “rey del cobre” —pues reaprovechó minas de ese metal— para pagar en centavos una deuda de 2 mil millones de dólares con lo cual una autoridad cómplice desvaneció la denuncia de fraude fiscal enderezada por la secretaría de Hacienda.

El creso Ancira —autollamado “rey” — es socio mayoritario de Altos Hornos de México (AHMSA), Minera Carbonífera Río Escondido (Micare), Minerales Monclova (Mimosa), Minera del Norte (Minosa) y Cerro del Mercado (Cemesa).

¿Vigente el proyecto Pachuca?

Auspiciado por los gobernadores Miguel Angel Osorio y Francisco Olvera, el empresario pretende construir una plana de benéfico de los jales en el municipio de Epazoyucan para explotar en gran escala los jales de Venta Prieta y El Venado; de Dos Carlos y San Rafael, en Pachuca, así como de Velasco, en Omitlán, y los del Mineral de El Chico, que redituaría enormes ganancias, pues al desalojar las masas arenosas, los terrenos serían utilizados para fraccionamientos residenciales.

Muchos aduladores del “rey” Ancira

El viernes 29 de enero de 2010 quedó escrito entre las ingratas fechas en que el gobierno del estado validó los actos depredatorios del dueño de la Compañía Real del Monte, quien supuestamente desalojará 90 millones de toneladas de jales.

Para compensar al patrocinador “del proyecto ecológico, urbano e inmobiliario más importante del estado de Hidalgo”, el gobernador Miguel Angel Osorio autorizó que esos 90 millones de toneladas de residuos mineros sean enviadas al municipio de Epazoyucan para rellenar barrancas en una superficie de más de 200 hectáreas.

En su oportunidad, Aunard Rocha, secretario de Desarrollo Económico estatal y vocero oficioso de Alonso Ancira, dijo que Pachuca será liberada de los jales contaminantes y potencial riesgo para la salud pública, porque contienen zinc y plomo”.

Además del camino alfombrado tendido por el gobierno estatal al “rey Alonso” (como se le conoce en Israel), los “capitanes de la industria” en Hidalgo dieron a conocer sus plácemes y su ignorancia respecto a la situación histórica de Pachuca.

Norberto Olín, vicepresidente de la Canaco, destacó que inversionistas como los Ancira “son garantía de desarrollo, porque no invierten en cualquier parte ni a cualquier costo”. Y sin duda, agregó, “Pachuca y todo el estado volverán a ser un detonante de la minería en México”.

Rosa María Juárez, presidenta del Consejo Coordinador Empresarial en Hidalgo, comentó: “Es el rescate de una ciudad minera que todavía tiene mucho que dar…” El anuncio que hizo Ancira cambiará la vida a la capital…”

Por su lado, Eleazar García, presidente del Centro Hidalgo de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) —en 2011 alcalde de Pachuca— dijo: “Es momento de respaldar a la Compañía Real del Monte”.
En esas fechas se planteó—y sigue vigente en nuestros días—¿Quién ayudará a los habitantes de Epazoyucan por la inminente contaminación que les robará su actual aire puro?, ¿quién de los diputados federales o locales se atreverá a enmendar el leonino contrato de compra venta que benefició al Grupo de Alonso Ancira?