Ya todos conocemos muy bien los impactos negativos que la pandemia ha dejado en todo el mundo, incluido un número creciente de muertes y una crisis económica, pero también está ocurriendo un fenómeno invisible alarmante: un impacto creciente en nuestra salud mental.

El coronavirus ha provocado un aumento de la depresión, la ansiedad, el abuso de sustancias e incluso, un mayor número de suicidios en varias regiones. En columnas anteriores he criticado los hábitos pandémicos que estamos volviendo a adquirir.

Muchos comienzan a sentir poca energía y motivación y al pasar más tiempo en casa, consumimos más comida chatarra, nos quedamos despiertos hasta tarde viendo un programa y nos obsesionamos con las redes sociales. Es importante seguir organizándonos, vestirnos con ropa habitual, contagiar alegría a los que nos rodean y sobre todo: hacer ejercicio.

La actividad física nos beneficia no solo físicamente sino también mentalmente.

No solo los adultos están siendo afectados en su salud mental, sino que la pandemia también está teniendo un efecto adverso en nuestros niños, que necesitan la interacción social para prosperar. Con las escuelas cerradas y las medidas de distanciamiento social, muchos se sienten solos, estresados y ansiosos.

Favorablemente, hay pasos que podemos tomar ahora mismo para ayudar a nuestros niños a mejorar su salud mental ejercitándonos.

Siempre he defendido los beneficios de la actividad física pero durante esta pandemia, el ejercicio es más necesario que nunca. No solo ayudará a nuestros niños a ponerse en forma, sino que también les mejorará su conducta, mentalidad y rendimiento académico. Construir una base sólida de actividad física a una edad temprana pondrá a nuestros niños en una espiral ascendente y sentará las bases para que se conviertan en adultos fuertes y saludables.

Un poco de ejercicio mejora la actividad cerebral y hace que las personas se sientan mejor, mientras que los entrenamientos de alta intensidad pueden reducir la depresión.

Hay muchas herramientas en nuestra era digital para ejercitarnos correctamente como las Apps o rutinas de ejercicio completas en Internet. Yo llevo más de una década usando las de Fitness Blender, pero sobran páginas Web o aplicaciones gratuitas.

Para hacer que el ejercicio sea más divertido para sus hijos, hay rutinas infantiles y videojuegos con bailes o actividades físicas divertidas.

Si tiene ganas de salir a ejercitarse, hágalo responsablemente.

Los pequeños gimnasios locales hasta grandes centros de entrenamiento se han adaptado con medidas como una mayor distancia entre personas y extrema limpieza.

Y para los que resulta muy complicado encontrar la motivación para hacer ejercicio desde el hogar pero tampoco quieren salir a exponerse a algún gimnasio, usen todo lo que esté a su alcance para cumplir sus metas físicas. Programe su día. Si tiene escaleras, suba y baje por ellas para aumentar su frecuencia cardíaca.

Salga a trotar, a caminar, a andar en bicicleta o simplemente a dar un paseo familiar por la colonia.

Escuche música animada que lo impulse a ejercitarse y consuma bebidas saludables.

Si trabaja desde casa, establezca un recordatorio para estirarse o caminar cada hora. Incluso, un entrenamiento rápido por la tarde logra que sus venas bombeen sangre.

Las personas –jóvenes, niños o adultos mayores– que hacen ejercicio, tienen niveles más bajos de depresión, estrés y angustia. De igual forma, muestran mayor autoestima, satisfacción con la vida y bienestar psicológico.

Tenemos mucho tiempo en casa estos días pues todos tuvimos que hacer ajustes importantes en nuestras vidas. Introducir la actividad física es una grandiosa medicina mental y mejor si se involucra a los familiares o personas con las que vives. Les ayudará a mantener un peso saludable, mejorar su mentalidad y enriquecer su calidad de vida.