El Loco Blake
 
Hace (38) meses
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Nos estamos muriendo de nada.

1: I Cuando llegue la hora / de que una nueva generación me enjuicie / piensen en esto: / Amé la vida clara con toda mi alma / a una mujer con todo mi cuerpo / lo que reste es suyo / buitres, amigos. II Cuando llegue la hora de mi muerte / arrojarme a la fosa común / que ahí se encuentra la gente libre / la gente que le tomó sabor a la vida. III Cuando llegue la hora / la hora indicada / si algún celoso se opone a la fosa común / acostarme en un ataúd / bocabajo / siempre quise mirar el centro de mi tierra / renegando de todo ser que albergue los cielos. IV Cuando llegue la hora / esa que a todos toca / ya no seré el hombre que fui / favor de cerrar el ciclo de mi vida / que el ciclo de mi muerte esta por empezar. V Cuando llegue la hora / la hora de rendir cuentas / Dios estará nervioso / y yo esperaré respuestas. VI Cuando llegue la hora / la hora de embestir al toro / dejar que me juegue el pellejo / que un campo de giralunas me espera. VII Cuando llegue la hora / la hora de mi hora / nadie se vista de negro / no es cosa seria señores / si acaso un par de lágrimas a mi nombre / y un jolgorio fregón de despedida.

2: WILLIAM BLAKE. El 28 de noviembre de 1757 nace William Blake, apodado el Loco en Londres. Cuando tiene ocho años experimenta su primer contacto con el profeta Ezequiel quien aparece en uno de los árboles del jardín familiar, muy en contra de los deseos de los padres que le recriminaran durante sus encuentros bíblicos, juzgándolos mentiras imperdonables. Nadie admitirá las excentricidades que afirma el muchacho. No obstante el niño Blake continuará manteniendo magnificas relaciones con ángeles y arcángeles que se le manifiestan frecuentemente y de la manera más amistosa durante esos paseos solitarios por el campo. La rigidez paterna no impide que el muchacho de generosas muestras de vocación de poeta y artista. Luego el joven Blake se recluye en el entorno de Westminister, donde pasa largos meses copiando, en dibujos infinitos, las góticas formas que se repiten en tumbas, lo que deja en él una huella imposible de ser borrada. En medio de esta soledad, se le aparece Cristo y sus discípulos, los que acepta sin rituales sorpresivos, con la naturalidad que le proporciona saberse hombre señalado por el destino para muy altos menesteres. Blake sigue trabajando, se prohíbe el menor descanso porque si la mano o la mente se entregan al menor ocio vano, ¿qué miserias pueden depararle sus ángeles custodios? Lee a sus grandes preferidos: Shakespeare, Dante y Milton. A los 25 años trabaja de grabador lo que le permite ir viviendo sin acuciantes necesidades. En el año 1782 William y la iletrada y simple Catalina Boucher se unen en matrimonio. Se entrega a la tarea de perfeccionar el vacío cultural de su mujer enseñándole a leer y escribir, el arte del grabado y las técnicas del color. Esta unión no se romperá hasta la muerte del poeta dando una muestra de lealtad y camaradería, dando un ejemplo de búsqueda compartida del ideal. Y así van transcurriendo los últimos años de una juventud compleja y llega la fructífera madurez donde escribe sus poemas y realiza sus grabados levantando la critica y juicios adversos. Porque no cabe la menor duda que se manifiesta de forma inaceptable, que rechaza el orden establecido, que se muestra un republicano, un idealista que no habla más que del reino de la libertad y de la felicidad universal. Se le tacha de ambicioso, exaltado, ignorante, y naturalmente, loco. Luchando contra la pobreza, Blake sigue adelante, cumpliendo encargos de grabado que no le suelen faltar. Organiza una exposición de sus obras, frescos, grabados, acuarelas y dibujos, la que resulta ser un rotundo fracaso. La opinión general no varía. Los años se suceden ya demasiado presurosos. Y como intuye que el final de su estancia en este mundo no está muy lejano, escribe las dos grandes obras que constituyen su testamento espiritual: Milton y Jerusalén. En agosto de 1827 William Blake contempla, una vez mas, cómo se abren ante sí las puertas de la otra realidad donde sus viejos conocidos le invitan a unirse para siempre con ellos. En esta coacción el agonizante visionario no rechazará la oferta.
Transcribo su poema TYGER. Tyger! Tyger! burning bright / In the forests of the night / What immortal hand or eye / Could frame thy fearful symmetry? / In what distant deeps or skies / Burn the fire of thine eyes? / On what wings dare he aspire?
What the hand dare sieze the fire? / And what shoulder, & what art / Could twist the sinews of thy heart? / And when thy heart began to beat / What dread hand? & what dread feet? / What the hammer? what the chain? / In what furnace thy brain? / What the anvil? what the dread grasp / Dare its deadly terrors clasp? / When the stars threw down their spear / And water’d heaven with their tears, / Did he smile his work to see? / Did he who made the Lamb make thee? / Tyger! Tyger! burning bright / In the forests of the night / What immortal hand or eye / Dare frame thy fearful symmetry?

3: Me invitan a un pueblo mágico, esta vez no llevo mi bacacho, sino mi ginebra, bebo a sorbos agigantados, como si quisiera emborracharme y manejar a 180 lágrimas por hora, una amiga rusa me ofrece su hombro, me ve desorbitado, pero no puedo hacerlo, tendría que dejar de ser yo para serle infiel a la que está lejos; es tarde, salgo sin despedirme de nadie, se trata de ser leal a lo que uno siente, y hace tiempo que no me siento seguro en ninguna parte, manejo con “descuido pero con cuidado”, algo en esta vida aún me detiene…

4: Quedarse solo nunca es una elección, es el resultado de amores perdidos, es el resultado de toparse con personas incorrectas, la frase “más vale solo que mal acompañado” la detesto por falsa, porque yo preferiría luchar por estar cada día mejor acompañado que solo. Dice Schopenhauer que los espíritus excelentes aspiran a estar solos, yo creo que los alimentos saben mejor acompañados, quien ha estado por muchos años sumido en la oscuridad de la soledad sabe que esta no es una elección, solo es un camino engañoso donde sanan las heridas que nunca cierran, es el purgatorio que nos salva del infierno, pero de ninguna forma se asemeja al paraíso de una boca.

5: Tenemos el arte y los recuerdos para morir de tristeza y llorar con nuestros fantasmas, tenemos amigos, y la imaginación desbordada, y tambien finales que nos rompieron el corazón, la vida sigue en una calle sin sentido desde que nuestros amores partieron en busca de alguien… que no somos nosotros.

6: Escriban sus comentarios, críticas y más críticas y nada de elogios a: [email protected] Twitter: @Vidal_Evans

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