El cuervo (2da parte)

Para Dra. de malas noticias
1: “¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica! / ¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio / enviado por el Tentador, o arrojado / por la tempestad a este refugio desolado e / impávido / a esta desértica tierra encantada / a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro / ¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad? / ¡Dime, dime, te imploro!” / Y el cuervo dijo: “Nunca más.” / “¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica! / ¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio! / ¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas / ese Dios que adoramos tú y yo / dile a esta alma / abrumada de penas si en el remoto Edén / tendrá en sus brazos a una santa / doncella llamada por los ángeles Leonora / tendrá en sus brazos a una rara y / radiante virgen llamada por los ángeles Leonora!” / Y el cuervo dijo: “Nunca más.” / “¡Sea esa palabra nuestra señal de partida / pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso. / ¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica. / No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira / que profirió tu espíritu! / Deja mi soledad intacta. / Abandona el busto del dintel de mi puerta. / Aparta tu pico de mi corazón / y tu figura del dintel de mi puerta. / Y el Cuervo dijo: “Nunca más.” / Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo. / Aún sigue posado, aún sigue posado / en el pálido busto de Palas. / en el dintel de la puerta de mi cuarto. / Y sus ojos tienen la apariencia / de los de un demonio que está soñando. / Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama / tiende en el suelo su sombra. / Y mi alma del fondo de esa / sombra que flota sobre el suelo / no podrá liberarse. ¡Nunca más!
2: Para la doctorcita que me cuidó cuando estuve enfermito, para ella que me desvistió mientras estuve inconsciente, para aquella que me sintió cuando estuve conciente, va por ti doctorcita de mis amores. Comienzas a invalidar mis sentidos / un dolor de cabeza no te deja pensar / y la aspirina solo borra las resacas / de un amor sin apetito/ La espalda duele por la mala posición que tomo para arrojar papelitos / donde no hago sino de hablar de ti / los nervios me están despedazando / quiero abrazarte y morir en tus labios / he entrado en coma y parece inevitable una cirugía / una transfusión de vino tinto / de tu dulcísimo veneno que aceita mis huesos / y oxigena mi cerebro invadido por tu cara./ Tus rayos X comienzan a quemar el pericardio / acelerando el movimiento de sístole y diástole / tu indiferencia corta como un bisturí / y en los hospitales sin memoria / escayolas mi corazón / en el quirófano de este amor que he callado / por no abrir cicatrices del pasado. / Haz extirpado la pulpa de melanina / y he quedado completamente desnudo / con la paciencia en el rostro y la verdad en las manos. / Me recuesto sobre le pulmón derecho / cáncer de luna / dolor o virus que carcome la aorta / la tiñe, la absorbe, la rompe / Comienzas a ser mi doctora / por no decir otra cosa / comienzo a ser tu ángel caído / la aureola se me pudre en un hombro / tengo fiebre, fiebre de ti, lo entiendes, de ti / ya no hay transplantes en este lugar / tengo que decirte lo que siento / antes de que me coagule la sangre / al no poder escribir tu nombre.
3: ¿Dónde se encuentran los boletitos para aguardar turno y tener una oportunidad para estar con tu persona? ¿Cuán larga es la fila donde habré de esperar paciente y angustiado? Mujer que no conozco, mujer que camina, que se precipita y palpita al entrar a un salón de clase, mujer de muslos transparentes, ¿Cuánto tiempo más habré de esperar para decirte lo que siento? Padezco de ti, de tus papeles que colocas por debajo de tu brazo frágil, bondadoso; me dueles en todo el cuerpo, en los ojos donde naces y renaces, en la médula espinal, en la lengua y en la palma de la mano, a cada rato, punzadas en el sexo, dolor de muelas, traigo el alma cansada y fastidiada de no poderte tocar, cuando menos una nalga (con el pretexto que fuera), y tú con tu cara de estúpida no percibes nada, ni el acoso de unos ojos lujuriosos y perversos, y tu sombra distraída no se inmuta, maldita seas, maldita 200 veces. Y yo con tantas palabras por delante de mi boca, con tantas sílabas y vocales que me abren paso hasta rozar tu voz; el espacio es ancho y larga la espera para que tú sepas de mis intenciones.
4: Escriban sus comentarios, críticas y más críticas y nada de elogios a: [email protected] twitter: @Vidal_Evans