Calladitos se ven más bonitos, es la regla de oro que en estos momentos se aplica para los tiempos políticos que vive Hidalgo.
Y con esta orden y uno que otro manotazo, desde las dirigencias llaman a la mesura y a mantener la disciplina partidaria, con la idea de ir tejiendo una estrategia que les permita construir candidaturas ganadoras.
Pero el horno no esta para bollos y la situación se complica cada vez mas, con unas autoridades electorales que, primero por la pandemia que nomás no da señales de bajarle tantito de huevos y segundo, que no ha definido con claridad cuándo se llevarán a cabo elecciones, permiten toda clase de interpretaciones
Por supuesto que queda claro que las condiciones sanitarias son cada vez más complicadas y con unas autoridades de salud federales que, en esa chingada necedad de manejarla como un asunto político, han generado tal confusión, que por más que los gobiernos estales le estén echando todos los kilos, como en el caso de Hidalgo que han hecho de todo para mantener los contagios aún bajo control, en cada conferencia vespertina, les bajan la moral con señalamientos como si nada se estuviera haciendo.
En ese escenario que no es nada agradable, van los aspirantes casi a ciegas a una elección que por primera vez no se le ve ni pies ni cabeza.
Para empezar, es un hecho histórico que en Hidalgo se vayan a nombrar 84 Concejos municipales, que, aunque usted no lo crea, en esta situación inusual de la pandemia, no están contemplados en la ley, así que para proceder con esa figura debieron los diputados, que los agarraron tragando camote, discutir reformas constitucionales para esta condición extraordinaria.
Seguramente habrá legisladores que afirmen que los Concejos municipales sÍ están contemplados en la Ley, y les concedo parte de razón, pero resulta que la figura de concejeros esta normada en casos de anulación de elección, o la sustitución de un alcalde por enfermedad o por muerte, pero hasta ahora no se había hecho un nombramiento masivo por una pandemia.
Al no haber una normatividad para la designación de los Concejeros municipales, en cascada surgen decenas de preguntas con relación a estos personajes que a partir del próximo 5 de septiembre deben asumir el poder.
Ahí les van algunos cuestionamientos.
¿Si los concejales deben ser nombrados por el Congreso y si la mayoría del Congreso es de Morena, eso quiere decir que los que van a conformar esos Concejos serán simpatizantes de ese partido?
¿Qué perfil deben tener estos personajes o solo deben cumplir con el requisito de ser cuates de los legisladores?
¿Estos Concejeros al no estar normados en la Constitución, están facultados para recibir el ayuntamiento?
¿Cómo va a operar la transparencia en la entrega-recepción, o ahí les van a dejar tirados los changarros y que los concejales se las arreglen como puedan?
Y si todas estas preguntas no les provocan curiosidad sobre esta elección de autoridades que al parecer se han convertido en un verdadero desmadre, les mando otras para reflexionar sobre algo fundamental, la gobernabilidad.
Si en esta condición extraordinaria de la pandemia, el presidente fijó que todas las reglas las dicta el Consejo Nacional de Salud y ese consejo no contempló a las elecciones como una actividad esencial, entonces eso quiere decir que aunque el proceso electoral lo lleva el INE y si el INE también afirma que serán las condiciones sanitarias determinantes para llevar a cabo el proceso, la pregunta es ¿la Democracia no es una actividad esencial?
Ahí se los dejo de tarea.
Espero sus comentrios.
Fb. Bertha Alfaro
@berthaalfaro
