De estrategias y ciudadanos en Hidalgo
 
Hace (52) meses
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Sin lugar a dudas la entrega de la Estrategia de Cambio Climático y la toma de protesta a la comisión correspondiente es un paso necesario e indispensable en un estado como el nuestro. Ya se hizo, es oficial, qué sigue. Se entregaron las claves de la plataforma a los presidentes municipales y a la Cámara de Diputados, también la recibieron los rectores de las universidades, todo va de mejor a inmejorable.
El gobernador de la entidad, Omar Fayad, en su discurso señaló los posibles riesgos ambientales que representa el cambio climático y la importancia de realizar acciones en favor de la adaptación y la mitigación de los efectos que provoca y provocará en el estado.
Antes, el secretario de Medio Ambiente, Benjamín Rico Moreno, había hecho referencia a la necesidad de contar con los instrumentos que permitieran desarrollar un conjunto de actividades que den certeza al futuro de la entidad. Había, en la sala del pueblo del edificio de gobierno del estado, un ambiente de satisfacción y de confianza en el futuro.Todo parece indicar que el futuro de Hidalgo se encuentra asegurado.
La representante del gobierno federal, Yutsil Sanginés Sayavedra, directora de Políticas Públicas para el Cambio Climático, se mostró optimista en torno a la estrategia y aseguró que en la siguiente reunión de las partes de cambio climático se informará a los países parte, sobre los avances que se tienen en las entidades mexicanas y resaltará lo hecho en Hidalgo.
Seguramente vamos bien. Seguramente tenemos respuestas en la estrategia. Entonces… ¿Por qué se respira un aire de incertidumbre?
Es verdad que la zona de Tula será declarada en emergencia y se construirá un plan de restauración que mitigue los impactos negativos que históricamente se han acumulado en la zona, al menos es verdad en el discurso del gobierno federal. En la forma en que han buscado, a decir de ellos, abordar el tema y resolverlo para volver habitable la zona más inhabitable de México.
El gobernador también comentaba sobre Tula y aseguraba que nos convertimos, casi sin notarlo, en la cloaca de la Ciudad de México y del Estado de México. Pero esa parte ya la sabíamos todos, de hecho, en la década del 90 se realizaron estudios que demostraron que, en esa zona, la mayoría de las enfermedades estaba directamente relacionada con las aguas residuales.
Aún más, estudios de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo demostraron la existencia de plomo en la sangre de menores del Valle del Mezquital, una verdad que se conocía desde los noventa del siglo XX, pero que no había sido demostrada.
No hay por parte del gobierno de Hidalgo una acción que logre detener la tala clandestina y la pérdida de cubierta vegetal a manos de tala montes o de las grandes empresas constructoras que han destruido grandes extensiones de matorral para construir fraccionamientos sin áreas verdes y sin calidad ambiental.
Sí hay gran incertidumbre frente al futuro de Hidalgo, al menos en lo ambiental y en lo relacionado con el cambio climático. Pero ¿qué se relaciona con el cambio climático? Tenemos que decir que todo: la salud, el bienestar social, la pobreza, la biodiversidad, entre otros.
Hay necesidad de que se profundice en el estudio y en las acciones que se deben desarrollar, que se puedan vincular procesos y políticas públicas, decisiones que permitan que cada paso que se dé, se haga en la dirección correcta, armonizando programas y combatiendo desigualdades.
La vulnerabilidad que el cambio climático ha provocado en diversas regiones del estado, nos obligan a contar con las personas, con todas las personas, no con algunas, no con las autoridades de los diferentes niveles de gobierno, eso es insostenible, se requiere de cada persona en la entidad haciendo algo y trabajando al lado de otro.
Hace falta construir un gran proceso de educación en donde el saber, el conocimiento, se dé a partir de la interactuación de los individuos, de un intenso intercambio de experiencias e ideas que permitan saber cómo nos afecta el cambio climático en cada lugar, pero también reconocer cuales han sido las mejores prácticas de mitigación y adaptación que se han desarrollado en diversas regiones del estado.
El cambio climático no es un tema en el que el Ejecutivo estatal o federal pueda prescribir una receta y una forma de atender. Se requiere de cada uno. Sí hay incertidumbre porque no se ha dejado de manera clara y precisa cuál es el papel que los ciudadanos jugamos en la estrategia estatal de cambio climático, empecemos nosotros a discutir y a decidir.

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