La lucha por la transparencia que es histórica en Hidalgo y que alcanzó momentos plausibles al lograrse la apertura de ventanas a la información, sufre en estos momentos una severa crisis que sólo advierten los ciudadanos, no así las autoridades que se vanaglorian por cumplir con los sketches impuestos por diversas instituciones.

Son distintos los frentes donde se advierte la opacidad: la Auditoría Superior del estado de Hidalgo (ASEH); el mismo Instituto de Transparencia y Acceso a la Información; las oficinas destacadas en cada institución u organismo encargadas de canalizar las solicitudes; las propias secretarías del Poder Ejecutivo; las presidencias municipales, en fin.

Dicen que para muestra un botón, citemos el caso que la ASEH publicó sobre la administración de la Ciudad de las Mujeres. La función auditora difícilmente se podría poner en duda, sin embargo el informe que presenta deja más dudas que afirmaciones.

Un caso. El DIF Hidalgo donó a la Ciudad de las Mujeres una unidad radiográfica con detector digital, con un valor de 5 millones 950 mil 800 pesos, según el valor de la factura. Sin embargo ya en enero del 2019, el mismo aparato fue depreciado hasta los 952 mil 128 pesos mediante un acta circunstanciada.

El informe no dice el origen de la falla, si fue intencionado o sólo fue un lapsus brutus administrativo. Aquí hay una diferencia de casi cuatro millones de pesos que es una cantidad memorable en un pueblo con el 52 por ciento de personas en la miseria.

De esa misma oficina salieron informes detallados hace algunos años, entendibles y sin problemas de sintaxis, que permitían a cualquier ciudadano gozar de su derecho a ser informado.

Otro caso, es el ITAHI, un organismo encargado de hacer cumplir los principios de transparencia, aunque hasta el momento no tenga la capacidad de tener un directorio actualizado en su ranchera página de la web, y claro, está, mucho menos tendrá la capacidad de contar con esquemas de fácil acceso para localizar la información requerida.

No sólo existe esa displicencia de ser claros ellos mismos, sino que aceptan todos los argumentos presentados por los sujetos obligados para evitar dar respuesta a las preguntas.

En algún momento, solicite una bitácora con las visitas realizadas por el gobernador a los municipios del estado. Me remitieron a los medios de comunicación porque allí publicaban esas visitas. Respuesta de carcajada ante su incapacidad para responder, ante la complacencia del ITAHI que cuesta cerca de 20 millones de pesos anuales.

Cada ciudadano que busca respuestas en su derecho a estar informado, deberá convertirse en un verdadero equilibrista para que la pregunta sea aceptada y los burócratas le den los datos solicitados y no simplemente digan no tener esa información, tal como la pidió.

En oficinas federales, al menos existe constancia por áreas de donde fue buscada la información solicitada, cosa que no sucede aquí a nivel estatal y mucho menos a nivel municipal, donde para evitar conflictos prefieren omitir cualquier manifestación.

La ausencia de eficacia en el ITAHI trae consigo que esa displicencia se generalice, tal vez como prueba de que se ha convertido en un espacio para colocar a los amigos de los amigos. Tal es el caso, que en estos momentos se encuentran suspendidos los nombramientos por un juez federal, quien objetó el procedimiento mediante el cual fueron electos.

Y quien dijera algo de las “modernas” páginas institucionales en web de las secretarías del gobierno del estado de Hidalgo, donde los titulares muestran su necesidad de reconocimiento, al aparecer su foto en cada paso en la búsqueda de cualquier información. Son verdaderos retos superar sus laberinticos accesos.

Nimiedades: Entregar la candidatura de Morena a Pablo Vargas en Pachuca, significaría un paso importante en la ciudadanización de la vida política de Hidalgo.