Covid: la otra muerte, la económica
 
Hace (46) meses
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Qué tan vulnerable es la economía de Hidalgo y hasta cuando encontrará su punto de quiebre de seguir el encierro y la parálisis de la escasa planta productiva asentada en la entidad.

A manera de respuesta, habría que indagar en las cifras económicas, las cuales, por cierto, resultan hasta preocupantes. Por ejemplo, que apenas uno de cada cuatro hidalguenses tiene un empleo formal, es decir, que goza de los beneficios de la seguridad social, tanto de él como de su familia.

Los tres restantes, viven dentro de la economía informal, esa que en veces no paga impuesto, no cumple con obligaciones patronales y mucho menos reconoce las garantías laborales de sus trabajadores.

Y ocupamos el tercer lugar en informalidad del país, según el Inegi, junto con Oaxaca y Guerrero. Estas entidades tienen una coincidencia política en su pasado, mayormente fueron gobernados por priistas. El primero conoció la alternancia en un sexenio y regresó a ser priista en la actualidad; el segundo, en dos sexenios alternó con el PRD, pero de allí regresó a ser gobernado por un priista.

Nuestra población económicamente activa alcanza el millón 302 mil 465 hidalguenses que colocan a la entidad en el lugar número 18 del país; según datos del 2018, Hidalgo se colocó en la posición 25 en inversiones extranjeras, con 186.5 millones de dólares.

Y en dos años del 2016 al 2018, logró inaugurar 563 nuevas unidades económicas, una de las dinámicas de crecimiento más bajo del país que la colocó en la posición 15, incluso perdiendo una posición.

Hasta en materia de producción del campo en 2018, apenas se alcanzó levantar 147 mil 505 toneladas de maíz forrajero que nos colocó en el lugar 23.

Estas cifras poco alentadoras de nuestro motor económico, por supuesto que influirán para que la recesión se alargue todavía más en relación a las otras entidades del país.

Y los efectos sin duda, estarán centrados en las zonas urbanas de acuerdo a las estimaciones del Coneval, ante la caída de ingresos en los hogares debido a la desaparición de pequeños centros de trabajo con uno o dos empleados.

La profundización de la pobreza, sin duda, profundizará la desigualdad tan marcada en Hidalgo, en donde un millón 311 mil hidalguenses son pobres, equivalentes al 43.8 por ciento de la población total.

Y todavía existen 181 mil hidalguenses en pobreza extrema, es decir que no tiene ni para comer tres veces al día.

Estos índices traídos de fuentes oficiales, nos muestran que la pandemia no sólo traerá decesos, sino que la hambruna que ha prevalecido en distintos puntos de nuestra entidad por decenas de años, ahora será más presente.

Aquí es donde, esperamos la destreza e inteligencia de los chavales de pantaloncitos apretados y saquitos a la medida de la Secretaría de Desarrollo Económico para que justifiquen el por qué este año gastarán en sus tareas 154 millones 761 mil 543 pesos, eso sin adicionar todos los gastos que la pandemia ha significado.

Veremos cómo lograrán abrir proyectos de inversión de baja cuantía, pero dentro de la formalidad, para de ese modo sacar a Hidalgo de esos tres últimos lugares, porque así las unidades económicas serán más para inhibir a grupos económicos informales que generalmente son liderados bajo intereses partidistas.

O bien, la regularización de los empresarios del transporte, que reciben despensas y canonjías a cambio de bajar la cabeza ante los candidatos tricolores. Sería interesante ua recibir factura de sus servicios y poder hacerlas a través de cómodas aplicaciones.

Y que tal sería, que las artesanías tuvieran el suficiente empuje y que no estén supeditadas a las ventas de traspatio que realiza Hidarte, donde advierte “pago sólo con efectivo”, en una actitud cuaternaria.

En fin, sabemos que las mentes imberbes de Desarrollo Económico no sólo centrarán sus esfuerzos en los proyectos de sus amigos hiptesrianos, sino que abrirán las posibilidades a todo que presta un servicio o elabora un producto.

 

Nimiedades: Los dirigentes de los maestros –del SNTE y sus contras– si deberían exigir que sus agremiados, al menos sean diestros para manejar una computadora, porque esa ignorancia mantiene paralizada un 60 por ciento, la educación en la entidad.

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