· 
Hace (12) meses
Tula y las prioridades de sus gobiernos

Noé Paredes Meza – columna

Compartir:

Somos hijos e hijas de GIGANTES, de guerreros implacables, grandes artesanos y comerciantes que extendieron su influencia cultural y religiosa a través de Mesoamérica.

Tollan, hoy Tula, fue capital de una de las civilizaciones precolombinas más importantes de nuestro México.

Nuestra ciudad se edificó estratégicamente sobre una región privilegiada: un clima semiseco, rodeado de montañas con yacimientos de minerales y piedras preciosas, con presencia de ríos y valles que permiten las actividades agropecuarias y conexiones terrestres que facilitaron la comunicación entre regiones y civilizaciones.

Hoy, Tula de Allende, pertenece a la Macro región lll del estado de Hidalgo junto con otros 13 municipios altamente productivos como Tepeji del Río, Tezontepec y Tlahuelipan, juntos, estos 14 municipios aportan más del 50% del PIB estatal.

Con la promesa de más crecimiento y desarrollo económico en la región y como parte de una estrategia que prioriza el beneficio de estados vecinos como la Ciudad de México y el Estado de México, gobiernos federales, estatales y municipales se han dedicado durante los últimos años a prostituir la zona y nuestros recursos naturales a modo que hoy, a Tula le quedan debiendo.

Las bondades de nuestro municipio han sido aprovechadas por una refinería, cementeras, caleras y distintas industrias, pero al mismo tiempo menospreciadas y desaprovechadas, pues mientras nuestros gobiernos permiten la explotación de los recursos así como la recepción de las aguas negras de la Ciudad de México, al mismo tiempo no existen ni se contemplan políticas públicas que favorezcan la reducción de contaminantes en agua, aire y suelo, ni tampoco programas que prioricen las necesidades básicas de la población en general, mucho menos que tengan una visión de futuro integral que contemple el bienestar social, una economía sustentable y el cuidado del medio ambiente.

Es así, como esta tierra de gigantes y atlantes es reducida a una zona declarada emergencia ambiental, donde sus habitantes viven al límite, enferman y mueren sin darse cuenta, por las decisiones de sus gobernantes.

Vale la pena recordar la inundación de septiembre de 2021, y recalcar que “Tula no se inundó, la inundaron”, por decisión o inacción y omisión.

Me parece ofensivo.

A las y los tulenses nos urge justicia y bienestar. Lo he mencionado en diferentes ocasiones: No podemos seguir siendo tratados como ciudadanos de segunda y no podemos seguir permitiendo la omisión de estos problemas por parte de nuestras autoridades.

Estamos olvidados y nos quedan debiendo.

Además de priorizar la atención a necesidades básicas de la población como drenaje, agua potable, alumbrado público, luz, infraestructura urbana básica, entre otras, Tula necesita urgentemente gobiernos que presten atención y prioricen la salud de sus habitantes, el reconocimiento de su cultura e identidad y el saneamiento ambiental para recuperar el bienestar social y económico así como la tranquilidad y seguridad de todas y todos los tulenses.

Tula necesita urgentemente, visión de futuro. Hoy estamos a tiempo de recuperar la grandeza de la que alguna vez gozamos. Hoy estamos a tiempo de reivindicarnos y elegir.

Y aunque Tula no ha sido prioridad para unos cuantos que nos han gobernado, sí lo es para más de 100 mil habitantes que aún estamos dispuestos a cambiar el rumbo.

 

Compartir:
Relacionados
title
Hace 2 horas
title
Hace 2 horas
title
Hace 2 horas
title
Hace 2 horas

© Copyright 2023, Derechos reservados | Grupo Criterio | Política de privacidad