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Hace (13) meses
Trasciende Adalberto Peralta
Corrupción, ¿cuál?
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A lo largo de muchos años, he leído y escrito muchas noticias, al ser el pan de cada día en nuestro oficio, pero antier recibí una poco agradable: mi amigo Adalberto Peralta, que también vivió metido entre noticias, había fallecido. No es grato saber que la muerte llega a quienes consideras de los tuyos.

Fue al terminar los ochentas, cuando comenzamos a convivir y a entendernos como pares, como quienes se identifican en la misma brecha. Una tarde a la semana, nos reunimos para el cierre de edición de su periódico Los 84 de Hidalgo, entre bromas y un rico café preparado por su esposa Doña Socorro, las horas corrían pronto.

Su formación en el Seminario Palafoxiano y su gusto permanente por la lectura, le permitió gozar de una basta cultura que obsequiaba sin retobos a quien estaba cerca de él, brindando conocimiento y algunas recomendaciones a manera de consejo.

Al igual participaba de manera activa en la lucha gremial que llevábamos los trabajadores de los medios a través de la Unión de Periodistas Democrático, la cual lideró en su capitulo Hidalgo con las viejas peticiones de alcanzar un salario mínimo profesional, respeto a nuestra labor pero, sobre todo, garantizar la libertad de expresión.

Fue al arranque de la campaña de proselitismo del candidato priista Jesús Murillo Karam, cuando volvimos a trabajar juntos en 1992, al ser nombrado como coordinador de prensa escrita mientras yo ya realizaba los boletines oficiales.

Ya dentro del gobierno estatal a donde fuimos invitados tras el triunfo, emprendimos una tarea de dignificar el trato hacía los periodistas. Con su habitual serenidad para escuchar, pasaba largas horas escuchando posturas y exigencias de dueños de medios de comunicación siempre tratando de entender el origen de la demanda.

El ímpetu de Murillo Karam en el acto de gobierno, hacía que las giras se repitieran hasta tres o cuatro veces por semana, lo que valía para hacer largas travesías en donde la charla amena de Adalberto nos mantenía despiertos.

Ya en la oficina, entre música de Toña la Negra y videos con los goles de Hugo Sánchez, el sexenio corrió antes de lo pensado. La experiencia en el seno gubernamental concluyó de buenas.

Charlar con Adalberto siempre era como acudir a un espacio relajante que te brindaba la posibilidad de encontrar una solución a los conflictos a partir del diálogo y el entendimiento mutuo.

Adalberto junto con sus hermanos, también de profesión periodista, fundaron el diario Plaza Juárez, abriendo sus páginas a expresiones poco usuales en los diarios comunes, lo que le permitió atender a un sector muy específico que los acompaña desde hace 18 año.

Su elocuencia le permitió mantener posicionado durante largos años el noticiero Al Aire que se transmitía por el 98.1 FM.

Ayer, acompañado de familia, amigos y colaboradores recorrió las calles de Pachuca para quedar sus restos humanos en el Panteón Municipal y su enseñanza y amor con todos sus seres queridos. Que descanse en paz.

NIMIEDADES: Van por otros tres funcionarios estatales metidos en robos al erario.

 

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