Derivado de que la crisis alimentaria no da tregua, en varias ocasiones hemos hablado de la problemática que enfrenta el mundo entero. Ya no sólo por los altos precios de los productos de la canasta básica y en servicios como la gasolina y otros energéticos entre ellos el gas LP, costando el de 20 kilos, por ejemplo, poco más de 500 pesos. Aunado a los cárnicos y ahora hasta el aceite lo que llevaría a amas de casa nuevamente a ver qué hacer.
La semana pasada hablé sobre la posibilidad de que comencemos con la cultura de la auto sustentabilidad como: los huertos familiares, que son de gran apoyo para la economía; pues los más pequeños del hogar y los jóvenes pueden aprender cómo producir, y también nuestros adultos mayores, tendrían una forma de terapia no solo en sembrar sino también a la hora de cosechar.
En varios países se está empleando esta nueva técnica que da buenos resultados a la economía, ya que permite ahorrar gastos que pueden destinarse a adquirir otros productos, como ahora sucede con el aceite comestible, que en términos coloquiales anda por las nubes y eso que está dentro del Paquete contra la Inflación y la Carestía, (PACIC).
Leía que en tres años y medio hasta un 70 por ciento se ha encarecido. Comenzó a elevarse su precio en el 2019 y se debió -como casi todo lo que se ha incrementado-, al coronavirus y en estos últimos meses, como igual ya lo cité, al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Sin irnos tan lejos, aquí en México, a las sequías que no sólo afectan el norte del país sino otras regiones, y que, a falta de productividad en el campo, por eso es que los precios se elevan sobre todo por los productos que salen de invernaderos.
Por ello es que el aceite igual subió porque su origen está en el campo. Las extensiones de oleaginosas como: cártamo, girasol, canola y soya, se encuentran en problemas de sequía no solo en este país sino en otras partes del mundo como en Centro y Sudamérica de donde se importa también este producto, por ello, se dice que subió el precio.
Cabe citar que México ocupa el séptimo lugar en extracción de aceite además de un aproximado de 50 industrias dedicadas a la extracción y refinación de aceite, para consumo nacional como para exportar.
Pero si pusiéramos un huerto familiar donde sembráramos chiles, tomates y algunas otras hortalizas, ¿podría ayudarnos económicamente?, la respuesta es sí, y si ahorramos en ello, entonces lo que no se gastó, entonces adquirir otros productos de la canasta básica, como el ahora incansable aceite, el cual es usado en la mayoría de los hogares mexicanos.
