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Hace (14) meses
¿Tenemos un acuerdo?
Marco Moreno
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Se acaba de presentar el plan estatal de desarrollo, el mismo que, dijo el gobierno, se construyó con las propuestas de miles de hidalguenses de todas las regiones del estado. Donde todas las voces, dijo el gobierno, fueron escuchadas y sus propuestas valoradas.

Sería muy temprano para decir que el plan estatal de desarrollo es lo más adecuado, pero también para decir que no refleja la realidad del estado. Pero habrá que revisar una y otra vez, confrontar la realidad del estado con lo escrito

¿Julio, eres tú? Se escucha decir a una mujer indígena en el video, la respuesta hace referencia a la propuesta que hizo para mejorar su carretera y la afirmación de que la infraestructura del estado será atendida de manera oportuna.

¡Tenemos un acuerdo! Asegura el gobernador de la entidad. Un plan estatal de desarrollo que, dice el gobierno, transformará a Hidalgo. Las palabras cambio, mejora, construcción, entre otras, están fuera, se habla de transformación.

¡Qué palabra más difícil de atrapar! Si se persigue lo suficiente, al menos el concepto podremos vislumbrar, la transformación no implica cambio, no puede aspirar a él, de hecho, el cambio como tal queda aniquilado en el proceso de transformación.

Porque la transformación implica muchas cosas más, pero también subjetividad.

¿De qué hablamos cuando nos referimos la transformación de Hidalgo? ¿De atender algunos de los problemas del estado de Hidalgo? ¿De lograr reducir solamente los índices de criminalidad que representa el huachicoleo? ¿De aquel más de 30 por ciento en el aumento de la criminalidad?

El estado afirmativo que implica la aseveración: ¡Tenemos un acuerdo! Debería necesariamente llevarnos a la celebración; sin embargo, ¿En qué estamos de acuerdo? ¿En transformar? Transformar implica ir más allá, revisar y recrear, reorientar y aniquilar lo que ya no es útil, y en ese sentido ¿Es posible transformar?

Los que saben dirán que las personas de los videos son personas de verdad, claro, no podría ser de otra manera. Eso no es lo que discutimos o señalamos.

El gobernador del estado dijo “hemos dado paso a la alternancia, para establecer un sistema, un proyecto de gobierno distinto y, para eso, es importante tener una plataforma, que es el plan estatal de desarrollo”

Aseguró que “se distingue porque fue diseñado con una visión regional, con un modelo de innovación que da nuevas soluciones a viejos problemas de Hidalgo” y agregó que esta alineado con la agenda 2030 y a los 12 valores que contempla el plan nacional de desarrollo.

Subrayó el mandatario estatal “por eso, hoy tendremos un acuerdo”.

Pero tendríamos que empezar por ir más allá que las soluciones nuevas, el abordaje mismo de los problemas de la entidad tendrían que verse con ojos nuevos. Pobreza, devastación, contaminación, derechos humanos, empleo, crecimiento económico, desarrollo social.

Bienestar de todos los hidalguenses, es un tema que involucra un concepto que es fundamental en la construcción de soluciones, “intangibilidad de la dignidad humana”, si el plan estatal de desarrollo sigue siendo el documento que le dice a la gente como se va a trabajar y que se puede esperar, es un documento más.

Si en lugar de ello, fuera un documento que se asocia a las personas, a sus necesidades, vivo, dinámico, creativo, curioso, indagador, constructor, entonces estaría pensado para tener un acuerdo.

Por eso, transformar, implica mucho más que solo cambiar, más que solo innovar, más que solo resolver.

No hay mejor basamento para transformar, que la historia, lo vivido; De hecho, para parecer simplista, para algunos “los filósofos no han hecho sino explicar el mundo, pero de lo que se trata es transformarlo”, dijo Marx en sus famosas tesis sobre Feuerbach.

Pero también dijo que en muchas ocasiones la realidad es objeto de contemplación y no de acción, que en muchos de los casos no se relaciona con la práctica. Entonces transformar implica entender que los hombres son resultado de las circunstancias y la educación y que, entonces, la educación es parte esencial en la transformación de las circunstancias y de la realidad.

Atrapar la realidad implica poder entender que las grandes empresas extractivas están dañando los estándares de bienestar de los hidalguenses, en el ámbito económico y en lo ambiental. Grandes daños en extensas regiones de la entidad, bajos salarios, más bajos que en muchos lugares del país. 

También implica que no se puede seguir manteniendo una relación asimétrica entre pobladores y empresas. Si, la misma relación que se ha negado constantemente y se ha cobijado bajo la sábana del desarrollo.

Se debe decir que es importante la alternancia, pero no implica de ninguna manera, la algarabía de la transformación, mientras que la transformación no implique poner un alto a los profundos daños que a la entidad se le han generado.

Mientras no se logre dar a las familias hidalguenses la seguridad que su bienestar reclama o satisfacción de las necesidades que asaltan su presente, tenemos que entender que la realidad nos está rebasando y que seguiremos siendo piezas clave, pero solo eso, no más.

 

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