Se dice Que ayer renunció al cargo de secretario municipal de Tlanchinol Juan Oliver, para empezar a trabajar su proselitismo entre el electorado rumbo a la candidatura de Acción Nacional para la presidencia municipal. Oliver, quien se distinguió por sus escasos resultados al frente de ese cargo, cree tener las posibilidades de lograr ser nominado con la bendición del alcalde y otros exediles panistas, para seguir con el control político de lo que sería la cuarta administración municipal consecutiva a favor del partido blanquiazul.
Se dice Que quien anda muy decepcionado de sí mismo es el presidente municipal de Mixquiahuala, José Ramón Amieva, porque después de gobernar Ciudad de México pasó a capotear broncas de pueblo; simplemente, son cosas a las que él no está acostumbrado, más que ya se mira en el gabinete del gobierno federal en caso de que la candidata sea Claudia Sheinbaum, con quien presume amistad, cercanía y compromisos, por lo que ya no ve la hora que esto del ayuntamiento culmine, pues como él mismo ha confiado, ser alcalde de pueblo ha sido su peor decisión política, un desacierto, un albur mal jugado en su búsqueda de convertirse en gobernador de Hidalgo, estado que solo le ha dejado puros sinsabores.
Se dice que quienes creen que puedan quitar y poner personal a su antojo son los profesores de la Delegación D-I- 66, sobre todo en la escuela primaria Benito Juárez, del Centro Histórico de Huejutla, en donde cometen arbitrariedades, tales como pedir cuotas obligatorias a los padres y madres de familia para la contratación de auxiliares, mientras que ellos descuidan sus actividades para irse a la grilla. ¿No que mucho compromiso con la educación?
Se dice Que aunque Luis Antonio Montiel Castelán, presidente de Epazoyucan, dice “trabajar diferente” a su antecesor, la realidad es que en algunos aspectos ha seguido los pasos de Fidel Arce Santander, vinculado a proceso por la Estafa Siniestra, pues basta con recordar que contrató a la misma gasolinera favorita del exedil por un monto similar para surtir de combustibles al municipio, a pesar de que hubo un sector de la sociedad epazoyuquense que consideró como “alto” el monto de casi 4 millones para la compra de diésel y gasolinas.
