Se dice… que Araceli Rivera, Francisco Lanzagorta, Alejandro Velasco y Valente Martínez

Se dice… que de acuerdo con lo advertido por la regidora de Tula Araceli Rivera Díaz, este miércoles se avalará contratar la integración del Atlas de Riesgo municipal, por un monto mayor a 2.3 millones de pesos. Claro, como de costumbre, la firma fue seleccionada sin que se hiciera el concurso de licitación correspondiente. La oposición acusará otra transa del Ejecutivo y sus aliados, pero no tendrá eco.

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Se dice… que flaco favor hace el constructor Francisco Lanzagorta al gobierno de Huejutla, pues si quisiera ayudar sería no acercándose por su conocida prepotencia y elitista actitud. Dicen que renta sus camiones a buen precio y que además pide que el diésel y chofer vayan con costo al erario.

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Se dice… que los pobladores de Molango se preguntan cuánto se habrá embolsado el alcalde Alejandro Dionicio Velasco en la compra de las cámaras de vigilancia, porque se sabe que condiciona a los proveedores recibir mochada. Si quería invertir en seguridad, debería primero tener una policía, porque la actual acumula diversas quejas por abusos.

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Se dice… que al que casi los ciudadanos deben pedirle una disculpa es al presidente municipal de Chilcuautla, Valente Martínez Mayor, quien reconoció que tiene un sueldo cercano a los 60 mil pesos, pero dijo que si comparamos su salario con sus resultados, prácticamente le salen debiendo. Así que ni se quejen.

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Se dice… que en la Bajada de San José y en el acceso a la zona metropolitana, el ambulantaje, la invasión al derecho de vía y otros problemas no menos serios crecen a la par del desinterés de las autoridades de Tulancingo y Santiago Tulantepec por definir de una vez por todas sus límites territoriales, tema que ha sido también postergado por administraciones pasadas y al que se suma la indiferencia del gobierno federal por liberar las áreas de uso común que le corresponden.

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Se dice… que otro edil que anda de mal en peor es el de Francisco I. Madero, Ricardo Olguín Pardo. Como primera autoridad municipal, acusan colonos de varias localidades, les ha quedado a deber mucho en cuanto a servicios públicos, falta de agua potable, lo mismo alumbrado público, drenajes, pavimentaciones y otros tantos, incluyendo la falta de atención en la seguridad pública. Olguín Pardo se la pasa de fiesta, en la que se gasta el presupuesto municipal, aunque los denunciantes se inconformen, sin ser atendidos en sus peticiones.

 

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